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El 24 de marzo de 2016, el mundo del futbol se vistió de luto con el fallecimiento de Johan Cruyff, leyenda del balompié mundial y máximo referente del FC Barcelona, club al que cambió para siempre en su etapa de jugador y entrenador, siendo más fructífera esta última por los títulos conseguidos.
Rebelde fuera y dentro del campo, el neerlandés destacó por su velocidad, cambio de ritmo, visión de juego y su capacidad de ocupar varias zonas del campo, siguiendo el estilo del Futbol Total que aplicó en sus aventuras en el banquillo con el Ajax y que llevó hasta el esplendor en la Ciudad Condal.
Si bien, la “Naranja Mecánica” quedó subcampeona en la Copa del Mundo Alemania 1974, Cruyff y su inseparable Johan Neeskens se quedaron en la memoria de los aficionados, quienes se deleitaron con un futbol ofensivo nunca antes visto.
Tras el retiro, llegó el momento de dar el salto a los banquillos comenzando en su club de origen, el Ajax. Ahí coincidió con dos figuras como Frank Rijkaard (uno de los alumnos y quien dirigió al Barça de 2003 a 2008) y Marco Van Basten, uno de los mejores jugadores de la historia. Ambos destacaron la gran influencia que Cruyff había dejado en ellos.
Una vez concluida su etapa en el club de Ámsterdam, llegó al Barcelona en 1988 en medio de una crisis institucional y de resultados. Al entonces presidente del club, Josep Lluis Núñez, le dejó muy en claro sus intenciones: “Si llegó, yo decido”. Todas las decisiones deportivas pasaron por él, acertó y falló, pero no dejó indiferente a nadie.
Tras dos años convulsos, llegaron los títulos y la concepción del Dream Team, cuadro que dominó España y Europa con la consecución de la primera Copa de Campeones (hoy Champions League) ante la Sampdoria en el mítico Wembley en 1992. El Futbol Total era una realidad en Can Barça, el 3-4-3, extremos abiertos, un falso 9, la aparición de Pep Guardiola y un defensor goleador como fue Ronald Koeman, llevaron al club a lo más alto del futbol mundial.
Como todas las historias, el Dream Team tuvo un principio y un desenlace, mismo que se produjo al caer ante el Milan de Fabio Capello en la final de la Champions League de 1994 en Atenas.
Cruyff salió del Barcelona en 1996, un despido que causó enorme furia en la afición culé por el maltrato de la directiva a un símbolo de la entidad, quien no solo había dejado títulos, también un estilo de juego y una mentalidad de ganadora, dejando de lado el famoso victimismo que caracterizaba al club.
De 2003 a 2010, fue asesor del presidente Joan Laporta, aportando consejos al mandatario en materia de fichajes, en la elección de entrenadores como fue el caso de Rijkaard y Guardiola. Su estilo de juego fue llevado al máximo por su mejor alumno, Pep. El de Santpedor siempre señaló que uno de los padres de tantas victorias en su etapa como DT, fue Cruyff.
“Cruyff llegó aquí intentando jugar de una manera y nosotros con algunos matices, seguimos ése camino”.
El cáncer se llevó al neerlandés, pero su legado siempre perdurará en los amantes del futbol y sobre todo en los seguidores del Barcelona en todo el mundo.
Agencias/CDMX
