Se activaron los protocolos de alerta para encontrar a sus familiares; por lo pronto fue atendido por el DIF Municipal.

Román pasó la noche en calle de Villa Allende

Cuatro pequeños carritos de juguete eran la única compañía de Román, un pequeñito que se durmió en una de las calles principales de Villa Allende, muy cercana al paso de lanchas.

Ahí estaba el menor de edad, tirado en el frío del pavimento, ya no pensar en que el niño tuviera una colcha o una almohada, sino por lo menos un cartón que los ayudara a separarlo del piso.
Porque el niño no tenía ni eso, solo estaba su cuerpecito tirado sobre la plancha de cemento, soñando tal vez con amor, quizá con un abrazo o un plato de comida caliente, de lo que había sus sueños, ¡Sólo Dios sabe!
Desde la madrugada que comenzaron a llegar los primeros pasajeros a la zona del paso de lanchas para viajar a Coatzacoalcos, fue que la gente se percataba del menor.

Conforme fueron pasando los minutos y la claridad del alba llegaba e iluminaba las calles de la villa, es que se podía ver mejor y completa la silueta de Romancito.

A un lado del niño estaban sus carritos, los únicos testigos de todo lo que ha vivido en las últimas horas, los que saben qué le pasó y que lo orilló a salir de su hogar para dormir en el frío del pavimento.
Algunas mujeres comenzaban a tomar fotos del menor ya por la mañana, para subirlo a las redes sociales, a los diferentes grupos de Facebook de la villa y encontrar a sus familiares.

Todo era en vano, nadie lo conocía, únicamente comenzaban a compartir la fotografía, pero comenzó a viralizarse la imagen de Román, profundamente dormido en la calle.
Los taxistas hacían lo propio y se comunicaban a los medios de comunicación para hacer la noticia más grande y que se le proporcionará ayuda al menor lo antes posible.

Fue entonces que comenzaron a llegar las primeras autoridades al lugar donde estaba el niño, la Policía Estatal, los elementos de Protección Civil y Bomberos.

Las primeras respuestas que obtuvieron los que buscaban ayudar al menor, fueron solamente palabras altisonantes del menor, que no quería ningún tipo de apoyo.
Apenas, minutos más tarde es que llegó el personal del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral Familia para atender y brindar resguardo al menor.

Una de las principales muestras de la falta de afecto del niño, fue que cuando Teresa Córdova, una señorita de esta villa llegó con el menor, el pequeño de inmediato se le abalanzó para abrazar muy fuerte sus piernas.
Enseguida, llegó un vendedor ambulante del paso de lanchas para ofrecerle una torta de pollo al pequeño, pero tampoco quería comer nada de alimentos.

Pero, después de varios minutos de diálogo con el personal del DIF, algunas peleas y cierto grado de molestia, es que le niño aceptó irse a la agencia de Villa Allende para recibir ayuda.
El personal de asesoría jurídica del DIF, expresó que iban a apoyar y cuidar al niño mientras encontraban a sus familiares, para más tarde abrir una investigación.

Después de varias horas de cuidado, comida caliente, techo y estudios por parte del personal especializado, el pequeño fue trasladado al albergue del DIF.

Finalmente, la Comisión Estatal de Búsqueda lanzó una ficha de notificación para encontrar a sus padres y familiares de Román, un niño con una edad entre 10 y 11 años.

VILLA ALLENDE
SENDIC AGUIRRE

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