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El estudio se presenta por primera vez en México y corresponde a los últimos 30 años, mencionó Saraí Romero Martínez, estudiante de la Maestría en Ciencias del Ambiente de la UV.
TUXPAN
ALMA CELIA SAN MARTÍN
Saraí Romero Martínez, estudiante de la Maestría en Ciencias del Ambiente en la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad Veracruzana (UV), desarrolló una investigación sobre las concentraciones de diferentes plaguicidas organoclorados utilizados a lo largo de las zonas costeras en los últimos 30 años.
La universitaria desarrolló la investigación “Plaguicidas organoclorados y su relación con las actividades antropogénicas en ecosistemas costeros de los estados de Veracruz, Tabasco y Campeche”, en la que señala que desde la introducción de estos productos al País se ha generado un uso extensivo en los diferentes sectores económicos.
En las actividades agropecuarias, sanitarias e industriales, este problema se ha agravado por la falta de normas respecto al manejo adecuado y a las concentraciones idóneas para no generar daños permanentes a los ecosistemas.
Romero Martínez comentó que los plaguicidas organoclorados son sustancias tóxicas con bajos niveles de biodegradación, por lo que su permanencia en el ambiente suele ser de varios años; si a esto se le suma el uso constante por parte del hombre, resulta en la generación de reservorios altamente dañinos para los seres vivos. Por esta razón se vuelven importantes los estudios donde se busca cuantificar las concentraciones de estos químicos en el ambiente y así poder determinar las consecuencias a corto y largo plazo.
“Es aquí donde mi trabajo cobra relevancia ya que elaborar una base de datos donde se pueda observar a través de mapeos los sitios con mayor contaminación, los que han disminuido considerablemente la presencia de estos químicos o aquellos en que los niveles son tan bajos que no sobrepasan los límites máximos permisibles en la norma internacional, permite caracterizar sitios y determinar los niveles de toxicidad que podrían alterar los ecosistemas.”
La información recabada indicó que las actividades antropogénicas están ligadas a las concentraciones de plaguicidas organoclorados reportados. no sólo se trata de llevar a cabo trabajos experimentales, sino de contrastar y monitorear las concentracionesen Tabasco y Campeche, son las actividades industriales y sanitarias. En un periodo de 30 años las ciudades más importantes de ambos estados reportan incrementos en el uso de estos productos.
EL ESTUDIO ABARCA:
Veracruz
Tabasco
Campeche
EL MAPEO
Esta investigación es la primera fase para llevar a cabo trabajos como plataformas digitales georreferenciadas donde se pueda mostrar de manera interactiva para cada sitio el tipo de plaguicida, las concentraciones detectadas, las principales actividades que generan esta contaminación, los niveles de toxicidad, los organismos afectados, etcétera.
Así como para generar campañas de monitoreo y remediación de los lugares con mayor contaminación; y ser la base para impulsar leyes o normas más estrictas para el uso de estos productos en territorio mexicano.
A DETALLE
Los plaguicidas de uso agrícola, son insumos útiles para la prevención y control de plagas agrícolas en beneficio de la agricultura del país y que su aplicación tiene efectos tóxicos directos e indirectos en la salud humana y en el medio ambiente.
TIPOS DE PLAGUICIDAS
Según su constitución química, los plaguicidas pueden clasificarse en varios grupos, los más importantes son:
- Arsenicales
- Carbamatos
- Derivados de cumarina
- Derivados de urea
- Dinitrocompuestos.
- Organoclorados
- Organofosforados
- Organometálicos
ALARMANTE
El Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC) presentó el estudio “Mercado de Plaguicidas ilegales en México”, que advierte sobre la magnitud de estos productos y posibles efectos en la seguridad humana que limitarían el desarrollo sostenible en el País.
El documento señala que los plaguicidas son uno de los productos más regulados a nivel nacional e internacional. Sin embargo, existe un mercado de plaguicidas ilegales en crecimiento que se encuentra valorado entre 126 y 210 millones de dólares en 2020 y que representó 29.1 por ciento del Consumo Nacional Aparente en 2017, lo que equivale a 41 mil 880 toneladas.
