Química en la Policía Municipal

La comunicación y confianza, son la base para que María de Monserrat y Josip Joaquín, sean una pareja consolidada.

Su pasión por servir a la ciudadanía como policías, además de la química desde que se vieron, los unió y hoy son una pareja consolidada dentro de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Coatzacoalcos.
Y para este 14 de febrero, María de Monserrat y Josip Joaquín, celebrarán el mes del amor y la amistad por tercer año juntos, trabajando un rato y después festejando con sus hijos.
Los dos son policías municipales, tienen tres años viviendo en unión libre, y los planes de boda se avecinan, lo que les permitirá afianzar su amor.

LA COMUNICACIÓN, CLAVE EN EL MATRIMONIO
María de Monserrat Pérez Matus, oficial de la Policía Municipal, tiene 28 años y más de cuatro años trabajando en esta corporación.
“Nos graduamos juntos, pero nos empezamos a tratar estando en la base, nuestro trabajo son turnos de 24 por 24, y a veces no coincidimos, sin embargo, la confianza y comunicación es lo principal como pareja”, expuso.

Se conocieron con hijos, y hoy forman una familia con los pequeños de 14, 11 y 7 años de edad; como pareja saben separar lo laboral de lo personal.
“En casa no llevamos las cuestiones laborales y en el trabajo no traemos las cosas de casa, cuando llegamos al trabajo si somos pareja, pero cada uno tiene sus funciones y nos tratamos como compañeros”, señaló.
De Josip le gustan sus manos, “dicen que uno conecta mucha energía con las palmas de las manos y me pasa que me siento conectada a él, sabe escucharme y trata de comprenderme, me apoya”, relató Pérez Matus.

DEJA EL UNIFORME Y ES MAMÁ
Cuando llega a casa, María de Monserrat se despoja del uniforme y se convierte en la mamá cariñosa y comprensiva.
Además, es una esposa amorosa y junto a Josip se reparten las tareas del hogar.
“En casa nos repartimos las tareas, a mi me toca cocinar, hacer un poco de limpieza, él me ayuda, y con los hijos también nos apoyamos”, expuso.

EL SACRIFICIO CON LOS HIJOS
La integrante del departamento de Proximidad en la Policía Municipal, puntualizó que los hijos mayores de 14 y 11 años entienden la profesión de sus padres.
“Nos cuestionan y nos dicen qué hicimos hoy, a donde llevamos a las personas, les tratamos de explicar de acuerdo a su edad porque no queremos que se involucren mucho, con la pequeña se emociona que somos policías y le explicamos más como un juego de policías y ladrones”, comentó.

Los niños han entendido que hay días en que no ven a sus padres.
“Han aprendido que tampoco nos pueden ver diario, hay situaciones en las que hemos estado en cursos y no los vemos por varios días y lo han entendido, hemos sabido sobrellevar”, mencionó.

JOSIP ADMIRA A SU PAREJA
Josip Joaquín Hernández Blas, es oficial de la Policía Municipal en el área de Proximidad, y coincidió con Monserrat que la comunicación es la base para que una pareja funcione.
Dijo que de ella físicamente le gustan sus ojos, pero lo más importante la admiración que le tiene por su forma responsable de trabajar, y su alegría.

“Tiene lo que yo necesito, tanto como ella en mi y yo a ella”, refirió.
Como padre, inculca a sus hijos los buenos principios, disciplina y educación.
“Les damos principios para que sean buenos hijos, ciudadanos y algún día serán padres”, destacó.
Hernández Blas contó que el día de descanso, va a la escuela por los niños, juegan en el parque, entre otras actividades.
María de Monserrat y Josip Joaquín no cambiarían su profesión policial, y juntos han sabido combinar la relación amorosa que pronto los llevará al altar.

COATZACOALCOS
IRMA SANTANDER