PROYECTO PEGASUS: UN AÑO DESPUÉS LA CRISIS DE LOS PROGRAMAS ESPÍA CONTINÚA

Amnistía Internacional ha señalado hoy cómo, al año de las revelaciones sobre el Proyecto Pegasus, sigue sin acordarse la suspensión global de la venta de programas espía, con lo que el sector de la vigilancia continúa operando sin control.

El Proyecto Pegasus puso en evidencia cómo gobiernos de todo el mundo estaban utilizando el invasivo programa espía Pegasus, de la empresa NSO Group, para vigilar de manera ilegítima a activistas de derechos humanos, líderes y lideresas políticos, periodistas y profesionales del derecho.

Tras reiterados llamamientos por la regulación del sector de la vigilancia, se han dado ciertos pasos en la dirección adecuada, pero la actuación de los gobiernos sigue sin ser suficiente.

“Un año después de que las revelaciones sobre el programa espía Pegasus conmocionaran al mundo, resulta alarmante que las empresas de vigilancia sigan beneficiándose de violaciones de derechos humanos cometidas a escala global”, ha declarado Danna Ingleton, directora adjunta de Amnesty Tech.

“El Proyecto Pegasus vino a recordar la necesidad de actuar con carácter de urgencia para regular un sector que carece de control. Es vergonzoso que los gobiernos del mundo sigan sin dar un paso al frente para abordar en su integridad esta crisis de vigilancia digital.

Toda persona que haya sido atacada con el programa espía de NSO Group tiene derecho a un recurso efectivo. La falta de medidas de calado por parte de los gobiernos de todo el mundo supone un insulto para quienes han sufrido física o psicológicamente a causa de los ataques de este invasivo software.

La vigilancia selectiva e ilegítima de defensores y defensoras de los derechos humanos y de la sociedad civil es un instrumento de represión. Ha llegado la hora de someter a control a este sector, que continúa operando en la sombra”.

El Proyecto Pegasus fue una iniciativa de colaboración entre periodistas de 17 empresas de comunicación, procedentes de 10 países, cuya coordinación corrió a cargo de Forbidden Stories. En él, el Laboratorio sobre Seguridad de Amnistía Internacional utilizó análisis periciales digitales y metodologías de investigación de última generación para confirmar indicios de ataques e infecciones de numerosos teléfonos en todo el mundo.

A lo largo del último año, el Laboratorio sobre Seguridad ha descubierto nuevos ataques con Pegasus en Marruecos y el Sáhara Occidental y en Polonia. Además, el laboratorio ha confirmado por su cuenta que, en numerosos casos, se seguía utilizando Pegasus para atacar de manera ilegítima a determinadas personas en países como El Salvador, Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, Polonia y España.

La vigilancia ilegítima viola el derecho a la intimidad, y puede violar también los derechos a la libertad de expresión, de opinión, de asociación y de reunión pacífica.

Continuará…

¡Ahora que lo sabes, haz valer tus derechos! cultura.legal19@gmail.com

Fuente: https://www.amnesty.org

 

Gabriel Alberto Ramírez Nazariego

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