¿Niños sociopatas?

México está de luto. Un luto que duele en el corazón con horror, pues este pasado martes 17 de enero, un menor de nombre Samuel de 11 años, fue asesinado en la comunidad El Tejocote en Veracruz a manos de su “amigo” de 10 años, después de que le ganara un juego en las famosas maquinitas de videojuegos y en un ataque de ira fue a casa por una pistola cargada y le disparó sin piedad dejándolo sangrando en el piso, huyendo con su padre y nadie sabe de ellos.

También el mismo martes 17, un grupo de padres de familia llevaron a cabo un bloqueo en la Autopista México-Pachuca en protesta por un abuso sexual de un niño de 4o grado de primaria realizado por tres menores de sexto grado de la misma escuela primaria Josué Azueta de la colonia La Palma Ecatepec en el Estado de México.

¿Qué nos está pasando? ¿Por qué nuestros niños se han convertidos en seres capaces de realizar actos atroces en sus más tiernos años?

A mí se me hace un nudo en la garganta al solo pensar en lo que sentiría la madre o el padre de los infractores cuando alguien llegue a decirles “su hijo de 11 años abusó sexualmente de un compañero de primaria o su hijo mató a un compañero”. No puedo imaginar el dolor que se podría sentir al saber que un ser que trajiste al mundo, que estuvo a tu cargo, que se te encomendó tu cuidado, haya sido capaz de algo así.

Por supuesto, que esta es la respuesta a la desatención que viven millones de niños en México, sumado al maltrato que rebasa el 30% de los hogares mexicanos, más el 50% de niños y niñas que son abusados sexualmente en su infancia y niñez y la desintegración familiar que rompe los corazones de miles de pequeños que se sienten desorientados, maltratados, que son un estorbo en sus casas y a los que hay que estar encargando con tíos y primos y abuelos porque nadie tiene tiempo para ellos.

Creo que la conclusión, en donde la Asociación de Psiquiatría Americana está discutiendo el poder diagnosticar a niños como “sociopatas”, lo que antes solo podía ser descrito en un adulto, debe ser una señal de URGENTE ALERTA Y ALARMA SOCIAL, pues algo estamos haciendo muy mal para que nuestra infancia y niñez de haya corrompido de esta manera atroz.

Y ahora que quieren además, poner vientres de alquiler y maquinas que hagan la función de incubadoras humanas, lo que solo incrementará el dolor social que vivimos al ver niños deshumanizados, crueles, perversos, sin empatía por los demás, y ahora si queremos además hacer de la maternidad un “negocio”, pues estaremos en mayores problemas.

No comprendo para quien no queda claro que la gestación de un bebé y sus primeros años son vitales para la estructura de vida que tendrá siempre. Siempre es siempre, a menos que haga conciencia, pague un psicólogo por largo tiempo y decida volver al bien como lo hace Jean Val Jean en los Miserables de Victor Hugo, quien con un acto de inmensa compasión del sacerdote de la historia, cambia su perversidad y se vuelve al bien.

Más no todos quienes han sufrido las peores desgracias en la infancia y que rompen su personalidad en pedazos, volcándose al mal, a las adicciones, a la violencia para saciar un poco su corazón roto y buscando aminorar el dolor, tienen la suerte de encontrar en su vida alguien que con su bondad los transforme como sucede en los Miserables.

La realidad es que la gran mayoría de los niños y niñas después de tanto dolor en sus primeros años, no encuentran esa luz, esa guía que los rescate y la factura social se sigue acrecentando con estos hechos que a todos nos rompen el corazón.

Considero que es momento de detenernos y quienes no tienen hijos, piensen bien si quieren hacerlo, que quienes hacen leyes piensen bien si quieren hacer de la maternidad un negocio, que los que tenemos hijos nos dediquemos a ellos con amor y entrega y que quienes no sabemos a veces cómo guiar, pidamos ayuda para que nuestros niños y niñas tengan padres dignos, conscientes y que traten cada día de su vida de ser mejores.

Yo, por mi parte, el granito de arena que puedo poner para ti, es darte mi curso de crianza efectiva GRATIS, para que puedas aprender en 10 horas cada etapa del desarrollo y qué valor inculcar a tus hijos para que puedan crecer en plenitud, respeto a los demás y amor.

¿Te sumas? Juntos podemos transformar nuestra sociedad.

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Por: Trixia Valle