Cortesía/LIBERAL Con su esposa Mary Hetty e hijos José Murad, Rose Mery y Farid.

Murad Loutfe y su gran calidad humana

En 1959 llegó al Puerto de Coatzacoalcos, un lugar totalmente desconocido para él, pero que al transcurrir de los días se convirtió en su hogar.

Coatzacoalcos
Redacción

La historia de Coatzacoalcos no se podría contar sin reconocer la participación de migrantes destacados, que llegaron a esta ciudad con un equipaje de sueños e ilusiones, pero sobre todo con ganas de trabajar y sumarse a la actividad productiva del país que les abrió sus puertas y les extendió los brazos haciéndolos sentir mexicanos. Muchas familias que hoy son respetadas en Coatzacoalcos, llegaron de países lejanos donde la falta de oportunidades o el clima hostil que se vivía les obligó a salir en busca de un nuevo destino.

Así llegó nuestro personaje de hoy Murad Loutfe Loutfe, quien arribó a México en un vuelo de Air France procedente de Líbano con escala en París. Era julio de 1959 cuando este joven libanés emprendió el vuelo hacia un horizonte desconocido, pero con un corazón lleno de sueños y un equipaje repleto de ilusiones, dejando en aquél lejano país a su familia y a sus amigos.

Murad Loutfe nació en el Bourjain, El Chouf, Líbano un 21 de febrero de 1935 (actualmente tiene 85 años). Hijo del matrimonio formado por Emelyn Loutfe y Loutfe Loutfe. Es el menor de seis hermanos: Chep, Rose, Nacif, Kairuz y Hanne.

Al llegar a México fue recibido por su primo hermano Alejandro Salvador, quien lo llevó al Puerto de Coatzacoalcos en el Estado de Veracruz, un lugar totalmente desconocido para él, pero que al transcurrir de los días se convertiría en su hogar.

Murad siempre fue un hombre emprendedor y desde que llegó a México se dedicó de tiempo completo a trabajar en el comercio, que es lo que siempre le ha gustado hacer, abriéndose paso entre la sociedad porteña que lo recibió con afecto. Años después conoció a una joven mexicana de origen libanés, Mary Hetty con quien contrajo matrimonio en 1968, para formar con ella una bella familia integrada por sus hijos Rose Mery, José Murad y Farid.

Aun cuando dejó su país en busca de un nuevo futuro, Murad no se desentendió de los parientes que dejó en Líbano, por lo que en 1976 recibió en México a sus sobrinos Charles y Farid Loutfi, que vinieron a establecerse en este país buscando oportunidades que allá se les negaban. Charles se convertiría en un hijo para él.

Para Charles Loutfi Loutfi, su sobrino, Murad Loutfe es un gran ejemplo de vida que, en 1976, cuando Líbano estaba en guerra, recuerda: “Mi Madre recibe una llamada desde México, de su consentido hermano menor, Murad, preocupado como siempre, por la familia en Líbano. Ahí surgió la invitación de mi tío para que yo viniera a México.

Decidí aceptar esta noble y afectuosa invitación y en compañía de mi entrañable primo y hermano, Farid Charbel, salimos hacia México. Mi tío Murad, con una figura paternal, me abrió su corazón y su hogar y me hizo parte de su linda y cariñosa familia: Mary, Pepe, Farid y Rose Mery a quien vi nacer, cuando tenía escasos seis meses de haber llegado a México. Mi tío Murad es para mí, un gran ejemplo de vida, dándome siempre acertados consejos. Aprendí mucho de él, de sus conocimientos y de su gran experiencia. Legado que me ha ayudado a nunca sentirme extranjero en mi segunda patria, México. Mi tío Murad es un gran emprendedor que nunca titubeó ante los retos. Ha logrado un prominente lugar en Coatzacoalcos, tanto entre la comunidad libanesa como entre la sociedad mexicana”.

HARISA, UN REGALO VALIOSO

Ya integrada la familia Loutfe Hetty, en 1972 Murad Loutfe decide poner la más elegante tienda de regalos en el corazón de Coatzacoalcos, ofreciendo las marcas más prestigiadas y por supuesto con la mejor atención de sus fundadores Murad y Mary. Desde entonces Harisa ofrecía los regalos más exclusivos y preciados que se desearan obsequiar o recibir, convirtiéndose en la boutique de regalos por excelencia con un gran surtido de artículos originales de importación y de calidad que hacían honor a su slogan “Renombre Mundial del Buen Regalo”.

Harisa se mantuvo abierta durante 48 años hasta el pasado mes de marzo de este 2020 en que tuvieron que cerrar sus puertas obligados por la pandemia. Se había cumplido un ciclo y había que dedicar más tiempo a la familia y disfrutar la importante labor que implica ser abuelo con los nietos que son su adoración.

UN EJEMPLO DE VIDA

Por sus logros y cualidades Murad Loutfe, en marzo del 2019, recibió un reconocimiento que le otorgó el Club Libanés de México “por sus 60 años en este país, distinguiéndose como un hombre trabajador, honesto y de gran calidad humana”.

Hoy a sus 85 años de edad es un abuelo amoroso y orgulloso de sus 8 nietos: Fernanda, Jorge Murad, Karime, Emilia, Nicole, Valeria, Kamil y Farid. Como suegro es ejemplar y muy querido por sus nueras Adriana y Dibahni, y su yerno Jorge.

Murad es un hombre ejemplar, respetado y admirado por su familia, que al expresar lo que piensan y sienten por él se advierten grandes coincidencias al calificarlo como hombre ejemplar, amoroso, honesto y trabajador.

Rose Mery Loutfe, amor incondicional: “Mi padre para siempre ha sido desde que recuerdo un ejemplo de honestidad, de entrega, de paciencia y de amor incondicional por su familia. Creo que soy quien soy gracias a él. Siempre ha estado a mi lado en los momentos más importantes de mi vida. En las alegrías y también en esos momentos difíciles. Para mis hijos y sobrinos es el abuelo que todos sueñan: tierno, cariñoso, presente. Somos muy afortunados de tenerlo a nuestro lado y de aprenderle tanto sobre la vida y de amor a los demás. Dios me dio al mejor padre y estaré siempre agradecida por ello”.


Farid Loutfe, inspiración para todos: “Un hombre extraordinario, culto, trabajador, excelente padre de familia, esposo e hijo; hermano, tío y amigo. Un ejemplo en toda la extensión de la palabra difícil de igualar, pero muy inspirador para hacer un poco de lo que él es, siempre preocupado por toda su familia, anteponiendo el bienestar de nosotros antes que al suyo. Preocupado siempre por el bien de su familia desde su esposa, hijos, nietos y toda su familia en general. Lo amo y admiro siempre y doy gracias a Dios por su vida y por estar con nosotros”.

José Murad Loutfe, la palabra es la palabra: “Mi papá es un hombre a quien admiro, siempre trabajador, culto, responsable y muy decente, de quien aprendí con su ejemplo, a que la palabra vale más que cualquier papel, a siempre cumplir los compromisos en los negocios por más difícil que fuera y ayudar a los demás. Siempre está pendiente de toda la familia y preocupado de que todos estén bien, inclusive sacrificando sus deseos por darle gusto a los demás. Todo lo hace en el momento y no le gusta dejar las cosas para después.”

LOS AMIGOS DEL CAFÉ

Encontrarse con Murad Loutfe en el tradicional café es cosa de todos los días, incluso cuando estaba al frente de su negocio Harisa, siempre se daba tiempo para salir un rato a media mañana para encontrarse con su grupo cercano de amigos y conversar con ellos, tratando de recomponer el mundo, pero sobre todo de compartir sus inquietudes y preocupaciones, y por supuesto también las alegrías de unos y otros.

Muchos son los compañeros que han pasado por su tradicional mesa de café. Grandes y apreciados amigos como Lino Carballo, Chucho Soto, Güero David, Alejandro Salvador, Ismael Pavón, Baldomero Ruiz, Jorge Tubilla, Pepe Pérez, Pepe López, Filiberto Azamar, Antonio Warren, Mario López, Marco Antonio Pérez Álvarez, Benjamín Rivera, Rogelio Lemarroy, Manolo Ponce, Alfredo Carrión, Octavio Miranda y El Negro David. Incluso algunos que se fueron de Coatzacoalcos con quienes forjó una gran amistad como son: Sergio Garcés, Alberto Tovar, Roberto Bosques, Alex Benoit, Michel Gresati, Salvador Briseño, Salvador Santos, entre muchos otros que siempre recuerda con enorme cariño.

MURAD, UN LIBANÉS MUY MEXICANO

Hablar de los personajes que han elegido a Coatzacoalcos para establecerse y formar una familia es reconocer su paso por esta región donde han diseñado un nuevo futuro. Es agradecer sus aportes al desarrollo de esta ciudad que los ve con respeto y les reconoce como parte importante de la sociedad porteña. Murad Loutfe es uno de estos personajes que se han convertido en íconos sobresalientes de este Puerto.

El afecto recibido por Murad también es recíproco, porque como él lo ha expresado: “En Coatzacoalcos me formé en la época de los 70 y 80, cuando fue la mejor época social y comercial de esta gran ciudad. Tal vez hoy vemos el deterioro que ha afectado a todos, por falta de tranquilidad, pero tengo fe en que llegará el momento en que Coatzacoalcos vuelva a resurgir comercialmente con la construcción del Corredor Interoceánico que seguramente traerá mucho progreso a nuestra región”.

Sin la menor duda Murad Loutfe es un libanés muy mexicano, que se ha ganado el corazón de todos en Coatzacoalcos y en quienes han formado parte de su historia.

SUS HERMANOS
Chep
Rose
Nacif
Kairuz
Hanne

Cortesía/LIBERAL: Murad junto a sus padres y sus hermanos Chep, Rose, Nacif, Kairuz y Hanne.

“Tal vez hoy vemos el deterioro que ha afectado a todos, por falta de tranquilidad, pero tengo fe en que llegará el momento en que Coatzacoalcos vuelva a resurgir comercialmente”
Murad Loutfe
migrante libanés

“Mi padre para siempre ha sido desde que recuerdo un ejemplo de honestidad, de entrega, de paciencia y de amor incondicional por su familia”
Rose Mery Loutfe
hija de de Murad Loutfe

“Mi tío Murad es un gran emprendedor que nunca titubeó ante los retos. Ha logrado un prominente lugar en Coatzacoalcos, tanto entre la comunidad libanesa como entre la sociedad mexicana”
Charles Loutfi Loutfi
sobrino de Murad Loutfe

Cortesía/LIBERAL: El 23 de junio de 1968 contrajo nupcias con Mary Hetty.

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