MOMENTOS DE DOLOR

Hay situaciones desesperantes.

Momentos de dolor que nunca esperamos vivir, pero se presentaron.

Esos momentos nos hacen huir y a veces escondernos detrás del muro de la desesperanza hasta el punto que dejamos de creer.
Una situación semejante vivieron María y Martha al perder a su hermano Lázaro.

Cuando Jesús llegó a Betania, su amigo Lázaro ya hacía cuatro días que estaba en el sepulcro.

Parece que fue sepultado el mismo día de su muerte. Allí se encontró con “muchos de los judíos que habían venido a Marta y a María para consolarlas por su hermano”.

El caso es que con Lázaro en la tumba, toda esperanza humana se había apagado.

Nosotros decimos que mientras hay vida, hay esperanza, pero con la muerte se acaba todo.

Es el fin de las aspiraciones, los deseos, los planes.

Ya no es posible seguir luchando, ya no hay posibilidad de cambiar ni rectificar las decisiones mal tomadas.

Sólo quedaba lugar para las lágrimas, los lamentos y las condolencias por la pérdida, cosas muy nobles si son hechas con sinceridad, pero que de ninguna manera pueden llenar el vacío que el difunto ha dejado.

Ellas pensaron que Jesús no llegó a tiempo.

Pues cuando Él se presentó ya Lázaro había muerto.

Allí todas las preguntas llegaron a sus mentes hasta aun decirle a Jesús: si hubieses estado aquí nuestro hermano no hubiese muerto.

En otras palabras, se sentían un poco dolidas y quizás con el ánimo por el piso hasta el punto de no volver a creer.

Nosotros también tenemos que luchar con frecuencia en la vida cristiana contra la desilusión por las expectativas insatisfechas. Estaba claro que María y Marta se sentían insatisfechas; habían esperado algo que el Señor no les había dado. Ahora bien, esto nos lleva a preguntarnos quién fue realmente el que había fallado. Parecía que para estas hermanas Jesús no había estado a la altura de lo que ellas esperaban de él.
Sin embargo, Jesús les dice: El que cree en mi aunque esté muerto vivirá.

Las personas te pueden fallar,
pero Dios nunca falla.
Quizá creíste y te fallaron,
pero vuelve a creer,
eso sí, esta vez en la persona correcta, cree en Jesús.

Con amor Pastora Lupita Ruiz Sibaja.
Iglesia Tabernáculo de Dios.

En estos tiempos difíciles donde debemos congregarnos personalmente con todas las medidas sanitarias adecuadas, te invito a que nos acompañes en 2° Callejón de la báscula No. 10, colonia Esfuerzo de los Hermanos del Trabajo todos los domingos a las 11 am.

Busca a Dios con humildad de corazón.
Dios está donde su nombre es invocado.
Página de Facebook: Lupita Sibaja.
Consejería al Cel. 921-239-11-22.
Bendiciones abundantes.

 

Pastora Guadalupe Ruiz de Arias

TE PUEDE INTERESAR

Inauguran en el Congreso Expo-Feria Educativa 2024

Como parte del Convenio de Colaboración en Materia de Capacitación y Profesionalización entre el Poder …