Marcos 6:41

Marcos 6:41
“Levantando los ojos al cielo bendijo y partió los panes y dio sus discípulos para que los pusiesen delante”.

La bendición
Sin duda alguna la necesidad fundamental de nuestra vida y obra para Dios es la bendición de Dios sobre ellas.
No hay otra necesidad tan importante.
¿A qué nos referimos con el término bendición?…
La bendición es la obra de Dios cuando no hay ninguna razón que explique su intervención.
Por ejemplo sabemos que por diez pesos sólo podemos adquirir algo que vale diez pesos.
Pero si no hemos pagado los diez pesos y no obstante recibimos algo por valor de $10,000, no tenemos una base racional para nuestros cálculos.
Cuando cinco panes proveen alimento para cinco mil personas y sobran 12 canastos llenos de pan… Esto es bendición!!
La bendición es el fruto que está fuera de toda relación con lo que somos, es un resultado tal que no responde a siempre principio de causa y efecto.
La bendición viene cuando Dios obra de una manera que excede totalmente nuestros cálculos por amor de su nombre.
La bendición no es lo que yo piense tener, sino lo que Dios ya pensó darme!
En el evangelio de marcos Jesús satisface las necesidades del ser humano: La material para vivir (los panes, la bendición) y la espiritual para vivir en la eternidad.
Lo increíble es que se está creando materia orgánica que no existía antes. Aquí vemos a aquel que es el Creador haciendo, de algo que ya existe, muchísimo más en cantidad.
Quizás para entenderlo mejor nos sirva un ejemplo matemático que es pobre, pero es como si un pan se rompiera y luego tuviéramos dos que han vuelto al tamaño original.
Si rompiéramos esos dos tendríamos cuatro y si lo hiciéramos otra vez y otra vez tendríamos ocho, después 16, inmediatamente 32, luego 64, seguidamente 128, 256, 512 y enseguida 1.024.
Unas pocas veces después tendríamos las miles y miles de piezas de pan. Sabemos que el milagro fue real. No fue una ilusión colectiva. El hecho de que al final haya doce canastas llenas de pedazos muestra que la multiplicación fue real.
Me imagino que el muchacho que al principio quizás temía quedarse sin nada, no solamente comió como nunca había comido, sino que también, probablemente, guardó, en la misma bolsita que había llevado, provisión suficiente para después ¡Eso es la bendición!

Bendiciones, nos leemos la próxima semana.
Con amor Pastora Lupita Ruiz Sibaja.
Iglesia Tabernáculo de Dios.
En estos tiempos difíciles donde debemos congregarnos personalmente con todas las medidas sanitarias adecuadas, te invito a que nos acompañes en 2° Callejón de la báscula No. 10, colonia Esfuerzo de los Hermanos del Trabajo todos los domingos a las 11 am, busca a Dios con humildad de corazón, Él está donde su nombre es invocado.
Página de Facebook: Lupita Sibaja
Consejería al Cel. 921-239-11-22.
Bendiciones abundantes.

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