LA FUENTE INAGOTABLE, PIENSA EN AYUDAR ANTES DE JUZGAR

Esto es para todos
Qué fácil es juzgar,
Parece algo con poco significado, ¿cierto?
Nos gusta comentar sin pensar.
Dar una opinión de una persona, una situación o cualquier acontecimiento es sencillo. Muchas veces nos gusta hacerlo, quizás para aparentar un nivel más alto de moral o inteligencia, pero ¿si en vez de juzgar buscamos ayudar?
Sería mucho mejor para todos el juzgar sin ayudar es igual que estorbar, la persona que juzga sin saber a ciencia cierta la situación, no ayuda en nada al contrario afecta al prójimo, es mejor quedarnos callados. La biblia dice
Santiago 1:19 RVR1960
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse.
Si no tenemos la intención de contribuir a una solución. mejor no opinar ni juzgar.
Esto sí sería de aporte, no solo a nosotros mismos, también para la sociedad que tanta empatía le hace falta.
La mujer encontrada en adulterio por los líderes religiosos, fue llevada delante de Jesús para ser juzgada, aunque era una trampa para Él, porque los fariseos y escribas tenían otra intención con esta situación. Ella recibió misericordia y ayuda, una nueva y única oportunidad que para cambiar su condición.
¿Qué pasaría si escucháramos más a nuestra conciencia que a nuestras ganas de juzgar? Sin duda callaríamos en vez de condenar. Dejemos que la empatía y la misericordia sean quienes obren antes que todo.
Veamos lo que hace Jesús.
Juan 8:10-11
RVR 1960
Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Recomendación, medita antes de juzgar, ora que el Espíritu Santo te de sabiduría antes de decir alguna palabra que ayude, antes hacer un juicio o comentario, si intervienes sea para algo bueno sea de quien sea.
En muchas situaciones, por no decir que en todas, no conocemos el problema de fondo, o la historia que hay detrás y solo juzgamos por lo exterior. Por esta limitante, miremos como Dios lo hace, con amor, con misericordia, con empatía y con compasión.
Mateo: 9:36
RVR 1960
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Es bueno pedir a Dios por lo que nos inquieta de otros, eso hace que cambiemos nuestra visión, porque entregamos al Señor nuestros pensamientos y Él los va dirigiendo a lo que es correcto, hacia su voluntad.
Romanos 2:1
NTV
Tal vez crees que puedes condenar a tales individuos, pero tu maldad es igual que la de ellos, ¡y no tienes ninguna excusa! Cuando dices que son perversos y merecen ser castigados, te condenas a ti mismo porque tú, que juzgas a otros, también practicas las mismas cosas.

Te sugiero que hagas
una oración así:
Señor, ayúdame a actuar con sabiduría y percibiendo lo que sienten los demás, el momento en que quiera juzgar a alguien. Quiero ser de bendición para los demás, con mi oración por ellos y con lo que pueda aportar.
Quita mi mirada juzgadora de lo exterior y enséñame a ser sensible a tu dirección, porque si pones a alguien difícil en mi vida, es para usarme y llevar luz y bendición en medio de la oscuridad. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

Medita en esto.
A parte de orar, ¿cómo ayudarías a la persona que has juzgado?

Para consejería contáctame:
Pastor Manuel Jorge López.
Cel 9211502178.

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