Luis Velázquez

Izquierda y derecha, y punto

Los caminos están definidos. A mediados del año entrante, la población votará entre las alianzas PAN, PRI y PRD, la derecha, y MORENA, PT y PV, la izquierda. Entonces, quizá se estaría cumpliendo la utopía de López Obrador de que en el país únicamente existan dos partidos. Digamos, como en Estados Unidos, Partido Demócrata y Partido Republicano.

Así es mejor. Locura total, por ejemplo, cuando en Veracruz hay catorce partidos políticos. Cuatro últimos recién aprobados por el OPLE, Organismo Público Local Electoral.

Más, cuando y por lo general, los partidos se vuelven un negocito familiar o amical. Bastaría referir que Cinthya Lobato Calderón nombró encargado de finanzas a su esposo y en el Frente Cardenista, el patrón a sus hijos.

La izquierda, entonces, abanderará su causa para ganar en las urnas. Uno, el combate a la corrupción política. Dos, la honestidad valiente y la purificación moral. Y tres, el narcotráfico, y en donde de seguro incluirá a los políticos y policías narcos.

El país, repleto de, como por ejemplo, los narcopolicías detenidos en Álamo y Paso del Macho, trasladados a Xalapa, y cuyo destino se ignora.

La derecha, el PRIANRD, proclamando la libertad empresarial y reproduciendo el pasado de un país encumbrado en el primer lugar mundial de corrupción, pillerías y trastupijes. Los Enrique Peña Nieto. Vicente Fox. Felipe Calderón. Ernesto Zedillo.

Carlos Salinas. José López Portillo. Los Luis Echeverría. Los Gustavo Díaz Ordaz.

Los más ilustres de la nación, pues.

Serán el par de alternativas en una población donde 6 de cada diez habitantes están en la pobreza y la miseria.
Y en donde uno de cada 3 jefes de familia lleva el itacate y la torta a casa con el ingresito derivado del changarro en la vía pública con la venta de picadas, gordas, tacos y tortas.

Un país, rico y pródigo en recursos naturales y habitado por gente jodida.

En quince estados de la república serán elegidos gobernadores. En el país, quinientos diputados federales. Y en otras entidades, como en Veracruz, presidentes municipales y diputados locales.
Izquierda y derecha, y punto.

SOLITOS PERDERÍAN TODO

La mayoría de partidos políticos decidieron aliarse como parte de la desesperación social. Solos, “veinte y las malas” que ni una curul ganan. Valiente, flechador tirando a la luna, el Movimiento Ciudadano que, por lo pronto, ha anunciado irá solo. Allá ellos.

El PRI, por ejemplo, el partido ultra contra poderoso que acuñara en los 5 continentes su experiencia política de “la cargada”, “el dedazo” y “la estampida de búfalos” para mostrar y demostrar que ganaba “de todas todas”, en el peor momento, nunca imaginado, de su vida.

Tanto que su alianza con el PAN y el PRD, otro partido desplomado, tirado en la lona, noqueado en materia electoral, resulta inverosímil.

Es el mismo caso en el otro lado de la cancha del PT y el Partido Verde, aliados con MORENA, pues, y de entrada, insólita la alianza del partido de López Obrador con el PVEM, su líder en la Ciudad de México recién acusado de narcotráfico, más los famosos negocitos del padre (y un hijo, “El Niño Verde”) fundador.

Pero, bueno, lo decía “El Sancho”, “Cosas veredes, mi querido Cid”.

Por eso, sin embargo, la profecía obradorista. Un país con solo par de partidos políticos. La izquierda y la derecha, pues ninguna necesidad hay de chorizos electorales y partidistas y de paso, confundir a la población.

Bastaría referir que un chico de 18 años recién ha obtenido la credencial de elector, se queda pasmado, con cara de susto, si se le pide detallar, primero, el número de partidos en el país, y segundo, a punto de un infarto cardiaco si le solicitan los nombres de los líderes nacionales.

TRIBUS SOBERBIAS Y AUTORITARIAS

Jodidos en Venezuela, por ejemplo. Con todo y el puño de Nicolás Maduro, este año terminarán, ni más ni menos, con cincuenta y seis (56) partidos políticos, una locura irracional para enloquecer a los cerebros más lúcidos e incandescentes, con más razón, a todos y cada uno de los ciudadanos, pues ni siquiera, vaya, un politólogo sería capaz de repetir de memoria los nombres y los nombres de los dirigentes de cada uno.

Por eso, ojalá, digamos (y soñar nada cuesta) que las alianzas del PAN, PRI y PRD y de MORENA, el PT y PVEM se reencontraran con buena química y mejor karma y, de un vez…mudar en par de partidos.

Izquierda y derecha.

Y luego, quizá los otros (MC, Partido Encuentro Solidario, Movimiento Regeneración Nacional, Fuerza Social por México, etcétera) pudieran integrarse, antes, mucho antes de “morir en el intento” ante la fragilidad electoral en las urnas, incluso, arrastrados por los otros.

Solo así la vida cívica sería, será, más rica y benéfica para la población jodida.

Y es hoy, y por desventura, la fama pública de los partidos políticos, todos, en la pillería. Y en donde las tribus dirigentes, dueñas del poder, se vuelven soberbias, autoritarias y excluyentes, creyéndose enviadas de un Ser Superior para salvar la tierra.

Expediente 2020
Luis Velázquez

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