“Historia del PRI”/Segunda parte/ Nacimiento del PNR

El lunes anterior, por reconocimiento de errores, admisión de fracasos, confesión de derrotas electorales por hartazgos de mexicanos bien nacidos, con vetarros priístas porteños peli/canos, iniciamos esta especie de coloquial ensayo con la “Historia del PRI”… previo a las elecciones intermedias del 2021, por lo que sucede hoy, prevén los que dicen saber de estas cosas, se viene a pasos raudos.
Iniciamos con las elecciones en 1911, de las que surgió triunfador Francisco Ignacio Madero, hasta el triunfo de Venustiano Carranza en 1917… y desde esa fecha, la “inflación” de las votaciones.
Pues bien, sigue Don Juan Pueblo, el gobierno lanzó la Ley Electoral 1918, en la que establecían como requisito para reconocer a un partido, bastaba que contara con un mínimo de… cien miembros.
Nacen así muchos partidos (cada general funda el suyo) y en 1919, surgen tres candidatos a la presidencia de la República: El general Álvaro Obregón, postulado por el Partido Liberal Constitucionalista; el general Pablo González, por la Liga Democrática y el ingeniero Ignacio Bonillas, por el Partido Liberal Democrático… y Venustiano Carranza.
Carranza quería que un civil le sucediera en la silla… y así surgió en México ¡el primer tapado!: el ingeniero Bonillas, quien por cierto no tuvo chance de ser presidente porque…
Indignados los generales, se levantan contra Carranza, en otra “guerra revolucionaria” encabezada por Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles y cientos de generales… obligando al presidente Carranza a huir. Fue asesinado por hombres del ejército el 21 de mayo de 1920 en Tlaxcalaltongo, Puebla.
En su lugar nombran presidente provisional a Adolfo de la Huerta; se inicia el control político de los sonorenses.
Al gabinete delahuertista entran todos los generales opuestos a Carranza y postulan nuevamente candidato a la presidencia al general Obregón que, ¡claro! triunfa en las “elecciones”.
Resultado de los comicios de 1920: Obregón, 1 millón 131 mil 751 votos; Robles D., 47 mil 422 votos; otros, 2 mil 357… El reporte oficial fue que “todo transcurrió pacífica y normalmente”.
La de Obregón, fue la primera imposición y fue seguida por toda una serie de levantamientos en su contra, levantamientos que acabaron con el fusilamiento de sus autores, o cuando bien les iba, en la cárcel. Todo el periodo de Obregón transcurrió en medio de la violencia.
En 1924 otra especie de elecciones. “Triunfó” el candidato de Obregón, su paisano Plutarco Elías Calles. Resultados: Calles, 1 millón 340 mil 634 votos; el general Flores, 252 mil 599 votos; otros, 24… ¡Y todavía no había PRI! Y se inicia ¡El Maximato!
Para 1927 sonaban varios candidatos, todos generales: Francisco Serrano, Arnulfo R. Gómez y Álvaro Obregón, que con todo y la No reelección quería repetir, apoyado claro, por Calles.
Y que Obregón manda matar a Serrano y a Gómez y se quedó de candidato único, por lo cual, claro, “triunfó” en las elecciones, pero no pudo gobernar por culpa de José de León Toral, dibujante del periódico Excélsior, lo asesinó el 17 de julio de 1928 en el restaurante la Bombilla, en San Ángel.
Para suplir provisionalmente al asesinado, Calles nombró presidente al licenciado Emilio Portes Gil.

NACIMIENTO DEL PNR
Portes Gil, en su discurso de toma de posesión, pugnó porque se formaran partidos políticos… “…y que el estado deje de ser el gran elector”… preparando el terreno para que, al día siguiente, el Jefe Máximo (de la Revolución) Plutarco Elías Calles decretara la “fusión” de todos los partidos políticos (los de membrete) en un partido único… nació el abuelo del PRI.
Así, por decreto de Calles, sin ser el señor presidente, ve la luz el 2 de diciembre de 1928 el Partido Nacional Revolucionario (PNR), primer partido oficial destinado a no perder ninguna elección.
Fundado por el gobierno, financiado por el gobierno, apoyado por el gobierno, el PNR llegó para matar la poca democracia que había en el país. ¿Quién iba a enfrentársele al gobierno, constituido en boxeador y arbitro?
Los fundadores del PNR, funcionarios del gobierno: Plutarco Elías Calles, Aarón Sáenz, Manuel Pérez Treviño, Bartolomé García C., Basilio Vadillo, David Orozco, Luis L. León, Manlio Fabio Altamirano, entre otros.
Desde su fundación, el PNR no fue un verdadero partido político, con miembros voluntarios, democracia interna, principios ideológicos, programa de trabajo y demás requisitos propios de un partido. Era una oficina burocrática de Calles.
Por órdenes de Calles, todos los burócratas, los funcionarios y los militantes, debían pertenecer al PNR y dar un día de sueldo al mes (de los meses con 31 días) como pago de su “cuota”.
Pero ese pago de cuotas no les daba ningún derecho a los “miembros” del partido; no tenían ni voz ni voto, ni participaban en las elecciones de su comité ejecutivo… lo único que tenían que hacer era votar por el que ordenara el partido, o séase, Plutarco Elías Calles.
Además, Calles le regaló (al fin que ni suyo era) una radiodifusora y un periódico (El Nacional), y puso a su disposición todo el aparato gubernamental, para ser usado contra los enemigos del partido y de la Revolución… paso a la democracia.
Sin embargo, puede señalársele al PNR una intensión positiva: Impedir que la sucesión del poder se hiciera como hasta antes de su nacimiento, a través de la violencia… es decir, el Partido Nacional Revolucionario sirvió para meter al orden a los generales que todo querían resolver a tiros y cuartelazos.
El PNR quería, por el contrario, que las fuerzas revolucionarias conservaran el poder pero sin necesidad de las armas.
Se trataba, en suma, de guardar las apariencias (como bien hacia Don Porfirio) y dar la impresión que México entraba en la democracia, con partidos y toda la cosa… ¡y con elecciones y todo!
Apenitas vamos en 1928, ¿capta Usted alguna similitud con el presente efímero?
El viernes trataremos de continuar con esta especie de “historia del PRI”.

De primera mano
Rolando Quevedo Lara
quevedo_r@yahoo.com.mx