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Fin de una era en el Barcelona con la marcha de Luis Suárez, quien se despidió este jueves entre lágrimas del club que lo fichó en el 2014 procedente del Liverpool.
Acompañado por el presidente Josep María Bartomeu, el “pistolero” con la voz quebrada dijo que siempre iba a estar agradecido por la oportunidad y confianza que la institución le brindó en el momento de ficharlo, cuando fue sancionado cuatro meses por morder a Giorgio Chiellini en Brasil 2014.
“El Barça sabía en las condiciones que venía, que había cometido un error y siempre le estaré agradecido por eso”.
Aseguró que “además de un jugador, se va un ser humano que tiene sentimientos”, y agregó que con los blaugrana logró crear grandes amistades como el argentino Lionel Messi.
“Me quedo con que mis hijos me han visto jugar con el mejor del mundo”, dijo en referencia al “10” culé.
Señaló que aún no ha podido aceptar su marcha del club, pero no quiso buscar culpables por su salida del equipo.
“No le voy a dar el gusto a nadie. Voy a irme como el gran jugador que fui en el Barcelona, por los números y las historia que ha hecho en este club”.
Por su parte, Bartomeu afirmó que el charrúa “forma parte de la leyenda del Barcelona”.
El ahora nuevo jugador del Atlético de Madrid, se va del Barcelona como el tercer máximo goleador en la historia del club con 198 tantos y levantó trece campeonatos, 1 Liga de Campeones, 1 Mundial de Clubes, 1 Supercopa de Europa, 4 Ligas, 4 Copas del Rey y 2 Supercopas de España.
El Barça siempre será tu casa
💙♥️ #9raciasLuis https://t.co/z6CSiZARdo— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) September 24, 2020
Agencias/Barcelona
