CUÁNTO NOS CUESTA OBEDECER

Es increíble como la mente, con este pensamiento, se predispone para no obedecer. Sentir que obedecer es un enorme sacrificio, que es demasiado alto el precio, se volverá la justificación para no obedecer a Dios.

Pensamientos como “Tengo que obedecer”, “No me gusta, pero…”; “Lo voy a hacer solo porque…” vuelven demasiado fastidioso el tener que obedecer a Dios. Quizá puedas hacerlo por algún tiempo, pero llegará el día, en que esa carga ya no la querrás llevar. Si te pones a analizar, la única persona que se beneficia al ser obediente eres tú, porque Dios no te pide solo que obedezcas, también te recompensa por hacerlo.

No se trata de hacerlo por obligación o por miedo al castigo. Ciertamente obedecer a Dios es tu deber, sin embargo no es un deber que Dios te pone por causas egoístas o ilógicas.

Sus mandamientos e instrucciones no tienen la intención de negarte cosas para hacerte sufrir.

Dios tiene una sola razón para dártelos… ¡Porque te ama! Él quiere que le obedezcas…. ¡Para que te vaya bien y todo en tu vida prospere!

¡Qué gran razón para obedecerle de buena gana!

Disponer quiere decir “colocar, poner las cosas en orden o en la situación necesaria para lograr un fin específico”. Si quieres disponer tu corazón para obedecer a Dios, necesitas prepararte para hacerlo, no solo preparar tu mente, se trata de que intencionalmente hagas los cambios en tu vida que tengas que hacer.

Tienes que evaluar los lugares que frecuentas, las amistades que tienes, los hábitos que has obtenido, etc. para que puedas identificar en qué situación eres más propenso a hacer cosas que desagradan a Dios.

Si te has propuesto ser obediente a Dios, pero la influencia que tienes es mala, no puedes seguir allí pensando en que “les ayudarás a salir de allí”, porque tarde o temprano, será demasiada la presión que sentirás y terminarás haciendo lo mismo de siempre.

Examina cuáles son tus debilidades y evita ponerte en una situación que no te ayude a cumplir lo que has decidido.

No puedes ni debes sentirte fuerte en tu propia opinión ni en tu propia fuerza.

Por el contrario obedecer sus mandamientos y servir a Dios te traerán el bien.

No solo en lo que nos gusta sino dando la milla extra. Bendiciones del padre a tu vida.

Nos leemos el próximo domingo si Dios nos presta vida.
¡Bendiciones abundantes!

Bendiciones, nos leemos la próxima semana.
Con amor Pastora Lupita Ruiz Sibaja.
Iglesia Tabernáculo de Dios.

En estos tiempos difíciles donde debemos congregarnos personalmente con todas las medidas sanitarias adecuadas, te invito a que nos acompañes en 2° Callejón de la báscula No. 10, colonia Esfuerzo de los Hermanos del Trabajo todos los domingos a las 11 am.

Busca a Dios con humildad de corazón.
Dios está donde su nombre es invocado.
Página de Facebook: Lupita Sibaja
Consejería al Cel. 921-239-11-22.
Bendiciones abundantes.

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