Cazadores furtivos acaban con especies silvestres en Las Barrillas

Los afectados coinciden en que se necesita trabajar en la educación ambiental de esta región.

Sin permisos grupos de hombres armados y con perros ingresan a predios para matar venados, tepezcuintles, iguanas y armadillos; el comisariado ejidal o el propio agente municipal prefieren hacer oídos sordos.

“Las personas de Las Barrillas las tenemos reconocidas, sabemos quienes son, y pedimos a las dependencias que se encargan de proteger a los animales que nos apoyen porque están acabando con las especies”

habitante de Las Barrillas

PROCEDENCIA DE LOS CAZADORES
Minatitlán
Coatzacoalcos

Pasando por alto la ley 876 de Protección a los Animales para el Estado de Veracruz, cazadores furtivos con rifles o escopetas, y resguardados con perros, ingresan a terrenos particulares de la congregación de Las Barrillas para matar venados, tepezcuintles, iguanas y armadillos.

Son grupos de hombres de los municipios de Minatitlán y Coatzacoalcos que llegan en camionetas, además de los propios pobladores de Las Barrillas que se introducen a pie, atraviesan parcelas hasta colindar con los predios pegados a la zona de mangle.

A los cazadores de la congregación los tienen identificados; pocos son los que denuncian ante la instancia ministerial.

El Código Penal del Estado de Veracruz en su artículo 264 bis establece seis meses a dos años de prisión y multa de 50 a 100 días de salario mínimo al que intencionalmente cometa actos de maltrato o crueldad animal causándole heridas o sufrimiento.

“Las personas de Las Barrillas las tenemos reconocidas, sabemos quienes son, y pedimos a las dependencias que se encargan de proteger a los animales que nos apoyen porque están acabando con las especies”, reprochó un habitante de la congregación.

CACERÍA A TODAS LUCES
Aun cuando tienen letreros de “NO PASAR” que los propietarios han colocado, los cazadores foráneos entran cada domingo de noche o en las primeras horas, y los de Las Barrillas lo hacen con más frecuencia por las tardes.

“Llegan con rifles o escopetas y con perros que persiguen a los venados o armadillos, ingresan a terrenos particulares sin permiso, a áreas verdes o terrenos abandonados”, relató.

Dejan huellas de las llantas de sus camionetas, de los zapatos y de los caninos que los acompañan.

Incluso cartuchos de las escopetas tirados a lo largo de los ranchos. Así como las excavaciones donde atrapan a los armadillos o tepezcuintles.

“No sabemos si tengan permiso, lo que estoy seguro es que los dueños no les permiten que entren a cazar, aun así, lo hacen de noche”, refirió.

LAS AUTORIDADES NO SE INVOLUCRAN

La cacería de animales en peligro de extinción es una actividad a la vista de todos.

El comisariado ejidal o el propio agente municipal prefieren hacer oídos sordos, pese a las quejas de los propietarios de los terrenos donde se mata a los animales.

“No, ellos no se involucran, e incluso el agente municipal sabe quiénes son y tampoco les ha llamado la atención, o hablado con ellos con respecto a no entrar”, aseguró un cuidador de ranchos en Las Barrillas.

Explicó que los cazadores ven la cacería como un negocio lucrativo, y lo peor es que esta actividad trae graves consecuencias para la conservación de la vida silvestre, pese a ser especies en peligro de extinción.

Las autoridades estatales competentes para castigar la cacería ilícita son la Secretaría de Medio Ambiente, Procuraduría de Medio Ambiente, Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Ambientales y contra los Animales.

A nivel federal, las especies de fauna y flora naturales, endémicas son propiedad de la nación según la Ley General de Bienes Nacionales, y sancionar la cacería corresponde a la Fiscalía General de la República, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

CAZADORES IGNORAN LOS DAÑOS EN LAS ESPECIES
Para el oceanólogo Homero Bennet Leguizamo, quienes se dedican a cazar especies lo hacen con fines económicos propios y lo peor, ignoran el riesgo que le causan a los animales.

Cazadores furtivos se considera a los que no cuentan con permiso de la autoridad, practicando la caza de especies solo con fines económicos propios, además de ignorar muchos aspectos de la biología de las especies por lo que ponen en riesgo a las hembras o a las crías al sustraerlas para el tráfico de animales”, sostuvo.
Detalló que, en el estado de Veracruz la caza y la captura de cualquier especie de fauna silvestre está prohibida por la ley 876 de Protección a los Animales.
Al ser cuestionado sobre esta actividad en la congregación de Las Barrillas, afirmó que está prohibida.

“Esa zona no es para cacería, está prohibida por la ley del Estado, solo si hay una Unidad de Manejo Ambiental con permiso de aprovechamiento cinegético, si son cazadores deben estar registrados en la Federación Mexicana de Caza y Pesca”, abundó.

La UMA es una Unidad de Manejo Ambiental con permiso de la Semarnat para la preservación, estudio, reintroducción, aprovechamiento extractivo y aprovechamiento no extractivo de fauna y flora silvestre.

Bennet Leguizamo, subrayó que la NOM 059 de la Semarnat establece las especies de fauna y flora que están sujetas a conservación, preservación, protección especial, o en peligro de extinción, en este caso el venado, iguana, tepezcuintle se ubican en la categoría de riesgo o prioritarios para su preservación.

Puntualizó que los permisos de caza o aprovechamiento extractivo son concedidos por Semarnat y Profepa, y dependiendo de la entidad federativa se otorga la cantidad de presas autorizadas por cazador.

Dejó en claro que para estos permisos se requiere estar afiliado a la Federación Mexicana de Caza AC.

CASTIGO DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL
El especialista en oceanografía, indicó que las sanciones se dictan en el Código Penal de Veracruz y en el Federal, el juez dictaminará la sentencia y multa a aplicarse.

Es en el artículo 420 del Código Penal Federal que establece que el tráfico ilegal de vida silvestre es un delito que se castiga con una pena de 1 a 9 años de prisión y por el equivalente de 300 a 3,000 días multa.

Además, se aplicará una pena adicional de hasta tres años más de prisión y hasta 1,000 días multa adicionales cuando las conductas descritas en el artículo se realicen o afecten un área natural protegida, o cuando se hagan con fines comerciales.

Mencionó que las denuncias por daños al medio ambiente, ecocidio, caza furtiva deben ser promovidos por los residentes del sitio afectado.

“Como ambientalistas nos toca promover o dar platicas de la protección al medio ambiente y las especies que la conforman”, aseveró.

URGE UNA EDUCACIÓN AMBIENTAL
El director de la Asociación Civil Regenerando Nuestro Entorno AC, Cristian de Jesús Vargas Quino, advirtió que es una actividad ilegal porque las especies como el venado, iguanas, armadillos y el tepezcuintle están en la categoría de peligro de extinción.

“Cuando se meten a cazar, generan un daño ecológico alterando principalmente la cadena trófica de estas especies, dentro de estas áreas hay especies de flora y fauna que forman parte de la cadena alimenticia siendo depredadores primarios, secundarios, existen consumidores, y si uno de estos puntos se llega a extinguir se altera completamente el ecosistema”, subrayó.

El ambientalista declaró que para regular la caza y depredación se necesita trabajar en la educación ambiental a través de talleres en el que participen las escuelas y los ciudadanos de las localidades con el objetivo de hacer conciencia.

“Qué sepan que una especie como tal cumple un papel muy importante en el ecosistema y esto a su vez si llega a extinguirse por la caza furtiva traerá consecuencias graves dentro del ecosistema y por ende la afectación a las comunidades”, finalizó.

COATZACOALCOS
IRMA SANTANDER

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