AGENCIAS/LIBERAL Greenpeace y la campaña Sin maíz no hay país llamaron a emitir el Decreto Presidencial.

Buscan prohibir glifosato en México; herbicida ‘ligeramente tóxico’

Con la salida de Víctor Toledo de la Secretaría de Medio Ambiente que impulsaba la prohibición del herbicida glifosato en México, este camino -que depende de un decreto presidencial- ha quedado en medio de una puja en el corazón del Gobierno mexicano.

Aunque distintas fuentes habían señalado que Toledo “había dejado un proyecto de decreto” que “estaba listo” para ser firmado por el presidente sobre la prohibición del glifosato, éste se vio retrasado en pos de la aparición de otra propuesta, impulsada por parte de la Secretaría de Agricultura y de la Consejería Jurídica.

Según apuntaron fuentes gubernamentales a Sputnik, ni María Luisa Albores, nueva titular de Medio Ambiente que llegó desde Bienestar tras la salida de Toledo ni tampoco el titular de Salud, Jorge Alcocer, han accedido a firmar este segundo proyecto de decreto sobre el glifosato.

La polémica tiene detrás de sí dos intereses de peso: por un lado, la presión de las cámaras empresariales agrícolas y de alimentos ultraprocesados que aunque el glifosato pueda ser sustituido por otros químicos, tienen en su prohibición una pelea simbólica y de ganancias. Por otro, se acumula la evidencia científica acerca de los efectos nocivos de este principio químico en la salud pública y ambiental de los sitios dónde es utilizado para la producción de alimento.

DECRETO PRESIDENCIAL

En medio de esta puja, Greenpeace y la campaña Sin maíz no hay país, llamaron al presidente Andrés Manuel López Obrador a emitir el Decreto Presidencial que “prohíba la presencia de transgénicos y glifosato en nuestro país”, expusieron, eligiendo ese camino para avanzar en la meta de producción agroecológica enunciada por el Gobierno Federal.

“Para garantizar la autosuficiencia y la soberanía alimentaria, como los derechos humanos de las mexicanas y mexicanos a una alimentación saludable, local, diversa, natural y culturalmente adecuada que nos permita preservar la herencia ancestral de los pueblos originarios en torno al maíz y otros cultivos”, señalaron en un comunicado conjunto.

En el marco regulatorio mexicano Cofepris en el Catálogo de Plaguicidas (2009), consideran al glifosato como un herbicida de la clasificación fosfonometilglicina grado IV de toxicidad (ligeramente tóxico), con DL50 (oral en ratas) mayor a 5000 mg Kg-1, ingesta diaria admisible (IDA) de 0,3 mg Kg-1 y límite máximo residual (LMR) en maíz y frijol, de 0,1 y 0,2 mg Kg-1 respectivamente.

AGENCIAS/MÉXICO

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