Elizabeth Aviña/LIBERAL No se despegan del Hospital Materno para saber la evolución de Mariano Martínez Guzmán.

Amor de familia en los tiempos del Covid-19

La sombra de dos árboles, sábanas amarradas en ellos, un par de sillas y una mesa, se ha convertido prácticamente en el refugio de una familia de Villa Allende que desde hace siste días acampa frente a las instalaciones del Hospital Materno Infantil de Coatzacoalcos.

Lo anterior debido a que el taxista Mariano Martínez Guzmán, de 42 años, se encuentra hospitalizado tras haber padecido influenza y posteriormente dar positivo a Covid-19, como relató su padre, Celestino Martínez Hernández.

“Nuestro hijo se puso mal, hace una semana comenzó con el problema de influenza y lo llevamos a médicos, pero no mejoró mucho, después fuimos a un particular en Villa Allende y nos dijo que estaba mal, después aquí en Coatzacoalcos, el médico nos dijo que había que hospitalizarlo y fue que decidimos traerlo desde el lunes como al mediodía”, dijo.

El sexagenario confirmó que los médicos del Hospital Materno Infantil le dijeron a él y su familia que se retiraran a sus hogares y que vía telefónica les avisarían del estado de salud de su hijo, sin embargo, el amor que le tienen los llevó a mantenerse frente al nosocomio desde el lunes e incluso pasar el año nuevo en el lugar.

“Nos dijeron que nos fuéramos a nuestra casa, pero nosotros no somos así como familia, aquí está la esposa de él, mis hijas, mis nietas, su hermano, un amigo de confianza”, explicó.

Don Celestino dio a conocer que el estado de su hijo es grave desde que ingresó al hospital, pero esperan un milagro para que pueda salir avante de la situación.

Añadió que su hijo no tiene ninguna comorbilidad y aunque ha mejorado por momentos, al paso de las horas vuelve a decaer.

“Él es fuerte, es un guerrero y ha estado consciente todo el tiempo. Nos informaron que está más grave. La oxigenación ya bajó a 70, la respiración la tiene muy elevada a 60 cuando tiene que ser de 25 o menos, ya los doctores lo han querido intubar, pero como él está consciente dice que no, nosotros como familia queremos que sí, para que sane, pero pues tenemos que respetar la decisión del paciente”, declaró.

Martínez Hernández, indicó que desde que llegaron al nosocomio la atención ha sido buena y negó que en el Valentín Gómez Farías los hayan rechazado pues confirmó que nunca fueron a aquel hospital a solicitar el servicio.

Aunado a ello sostuvo que nadie de la familia se ha sentido mal o con síntomas, por lo que todo indica que el único de la familia que enfermó fue su hijo quien es de oficio taxista.

ACAMPANDO ESPERAN LAS BUENAS NOTICIAS
Colocaron sábanas, a veces sacan casas de campaña y con una mesa y sillas que han traído de casa es como pasan el tiempo todos los días.

Incluso, Celestino reveló que hay vecinos que se han compadecido de la situación y les han regalado comida y bebida, algunos otros hasta se han acercado para hacer oración con ellos.

El año nuevo lo pasaron justo ahí bajo esos árboles ubicados en la avenida José Lemarroy Carrión, frente al hospital, y aseguró que ahí permanecerán hasta que haya buenas noticias.

“Hay vecinos que nos han apoyado, nos traen café, refresco, el 31 trajimos una comidita, pero pasó una familia y nos dio más alimentos, en la madrugada pasó otra y también. La población ha estado respondiendo al vernos que estamos a la intemperie”, finalizó.

Coatzacoalcos
Elizabeth Aviña

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