TEXAS. Los organizadores del festival Burning Man abrieron nuevamente la carretera de salida del remoto festival celebrado en el desierto de Nevada, lo que permitió escapar a miles de asistentes que llevaban días atrapados debido a las consecuencias de las fuertes lluvias que se registraron en la zona y convirtieron el festival anual de artes contraculturales, de una semana, en una pesadilla de barro, de acuerdo con los asistentes.
Texto y foto: Agencias