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Tras varios intentos de reestructurar la deuda que en la entidad dejó Javier Duarte, Veracruz da señales de avance en el manejo de sus obligaciones financieras.
En 2016 la entidad perdió su grado de inversión con una calificación de BB- de Fitch, cuando la administración de Javier Duarte duplicó la deuda del Estado de 21 mil millones en 2011 a 45 mil millones de pesos.
Esto llevó al que el estado se viera obligado a buscar un plan para reestructurar su deuda, que según datos de la Secretaría de Hacienda, registró un saldo de 38 mil millones de pesos en 2017 y 2018.
No fue hasta octubre de 2019 que recuperó la escala de inversión de BBB y recientemente aumentó otro escalón a BBB+, que implica un nivel de riesgo de incumplimiento moderado en relación con otros emisores en el País.
En entrevista, José Luis Lima Franco, secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno de Veracruz, expuso que el incremento en la calificación crediticia se logró mediante políticas de austeridad, refinanciamientos de la deuda y mejora en la eficiencia recaudatoria.
“Se hizo una contención del gasto mediante como reducción de sueldos, eliminación de plazas, rentas, asesorías y compras de lujo. Además, se hizo una reestructuración de la deuda para bajar el servicio de la misma y liberar recursos. Y sin aumentar impuestos, se ha trabajado en mejorar la eficiencia de recaudación”, explicó.
La mejora en la calificación por parte de Fitch se debió a una mejora el costo del servicio de la deuda y la mayor generación de márgenes operativos que permiten el pago de adeudos, según la calificadora.
El aumento en la calificación del estado es un voto de confianza que se reflejará en mayor certeza para el sector privado, mayor inversión y más empleos, estimó Lima franco.
NUEVOS PROYECTOS
Además, se espera que el Estado se beneficie del proyecto del Istmo de Tehuantepec, la ampliación del Puerto de Veracruz e inversiones petroleras en el Golfo de México.
A pesar de la mejora, el Estado enfrenta todavía retos en el manejo de la deuda de corto plazo, comentó el secretario.
“Este año se requerirán cerca de mil 800 millones para el cierre. Esto está relacionado con el déficit del sector educativo en la nómina de maestros. Se trabaja en una depuración de plazas de maestros que no laboran en conjunto a la SHCP y la SEP”, dijo.
México
Jorge Cano/Reforma
