Las cejas, el arco superciliar, los párpados, son la protección de uno de nuestros órganos más vitales, es decir, los ojos.
Nosotros tenemos pestañas superiores e inferiores, tenemos cejas que cubren el arco superciliar, los ojos están más bien hundidos y están protegidos, pero los animales que tienen más expuesto el globo ocular ¿cómo lo protegen? ¿Te fijaste alguna vez si tu perro tiene pestañas inferiores? Vas a ver que no, que tiene muy pocas o ninguna.
Y tiene también menos pestañas superiores.
Lo cierto es que, entonces, la naturaleza tenía que diseñar una protección que en nosotros atrofió y la transformó en la carúncula lagrimal, esta bolita que tenemos en la parte interna del ojo.
En los animales esa protección es el tercer párpado o membrana nictitante o cuerpo clignotante, como se lo quiera llamar.
Tienen los dos párpados que cierran, el superior y el inferior.
El perro y el gato y el caballo también tienen un párpado que les sale de adentro, como si fuera una membrana, y le cubre el ojo.
Ese párpado cumple la función de reemplazar de alguna manera a la carencia de pestañas, a la carencia de cejas y al arco superciliar.
Como siempre, aquí la naturaleza tratando de proteger lo que le importa, protege los ojos, protege el cerebro, protege la vida.