Somos mujeres que buscamos ganarnos el pan con un trabajo honesto: Sexoservidora

Mujeres, como el caso de Pilar, detallan que recurren a trabajar de esta forma por falta de empleo.

COATZACOALCOS
IRMA SANTANDER

Pilar, profesionista con la licenciatura en Idiomas, no le quedó otra opción que ejercer el sexoservicio por falta de empleo en Coatzacoalcos.

Su lugar de trabajo: el malecón antiguo, sitio en el que desde tiempos inmemorables se concentran las sexoservidoras en busca de un cliente.

Tiene 50 años, de cabello castaño y delgada, es madre de tres hijos; a pesar de contar con una licenciatura, el destino la llevó a este empleo, que consideró honesto, como muchos otros.

“La mayoría de las personas siempre critican y señalan el trabajo que realizamos, no conocen nuestra situación, y aún si la conocieran, no tienen el derecho de burlarse de nosotras”, indicó.

Su vestimenta de todas las noches: un vestido negro, un poco holgado y arriba de la rodilla, se sienta a esperar para ofrecer el servicio.

“Somos personas con las mismas necesidades económicas que los demás, no somos extrañas o personas malas, somos mujeres que buscamos ganarnos el pan con un trabajo honesto. No debería de haber prejuicios y no deberían señalarnos”, resaltó.

TIENE DOS AÑOS EN LA “PROFESIÓN”

Pilar lleva dos años en el sexoservicio.

Afirmó que hay quienes lo hacen por gusto, pero la mayoría se dedica a ello por problemas económicos y falta de empleo.
Admitió que la edad en algunas ocasiones les impide y limita tener otro trabajo diferente.

“Si tú abres un pequeño negocio ¿A quién le vas a pagar? Luego te llegan a cobrar una cuota y así ni ganas te dan de emprender un negocio por toda la delincuencia que hay en Coatzacoalcos”, expresó.

La dama declaró que mientras no está trabajando se dedica a cuidar de su madre, y a su hermana que tiene una discapacidad.

GANA MÁS EN UN DÍA, QUE OTROS EN UNA SEMANA

Entrevistada en su sitio de trabajo, manifestó que en fin de semana, recurren con mayor frecuencia los hombres a pedir sus servicios, obteniendo buenas ganancias para mantener a su familia.

“El día que mejor me fue saqué 3 mil pesos, obviamente hay días que no hay nada, pero los días con mayor movimiento, compensa los demás”, precisó.
En el “malecón viejo” se encuentran alrededor de 20 sexoservidoras, quienes día con día, buscan llevar alimento a sus hogares.

Mencionó que al igual que ella, muchas compañeras cuentan con estudios universitarios, no obstante, el dinero que ganan sobrepasa cualquier otro empleo, “yo soy traductora de idiomas, habló japonés, chino mandarín e inglés y por supuesto que quisiera cambiar mi vida, soy una mujer preparada”.

SIN GLOBITO NO HAY FIESTA

Las enfermedades por transmisión sexual son uno de los temas más importantes al momento de llevar acabo su labor.

Comentó que en ocasiones, suelen enojarse o disgustarse los clientes cuando les solicitan el requisito de usar preservativo.

“El que quiere conmigo que acepte lo que estoy pidiendo y si se pone rebelde, lo mando a ching… a su ma…, allá a la vuelta hay más, y no creo que tengan un pensamiento diferente al mío”, finalizó Pilar.