¿QUÉ ES LA VERDAD SEGÚN LA ESCRITURA?

El principio y fundamento de la verdad llena las Escrituras. La palabra “verdad” es usada 235 veces en la Biblia. El diccionario define la verdad como “cosa cierta, veracidad, autenticidad”.
La verdad también es “aquello que se conforma a la realidad o al hecho”, aquello que está de acuerdo con lo que es, lo que ha sido o lo que será. Se ve la importancia de la “verdad” en estas Escrituras:
debemos amar la verdad 2 Tesalonicenses 2:10
y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Debemos andar en la verdad
2 Juan 4 Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre.
3 Juan 4 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.

Dios desea la verdad en el corazón Salmo 51:6,
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

Debemos adorar “en espíritu y en verdad” Juan 4:24
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

Debemos hablar “la verdad en amor”
Efesios 4:15
sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.

“Compra la verdad, y no la venda”
Proverbios 23:23

¡La verdad es preciosa! ¡Debemos retenerla!
Tito 1:9
Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.

En esta enseñanza examinaremos lo que dice la Palabra de Dios de “La Verdad”.

LA FUENTE U ORIGEN DE LA VERDAD
Dios es el “Dios de verdad” (Salmo 31:5).
Dos veces en Isaías 65:16, a Jehová se le llama “el Dios de verdad”. Éxodo 34:6 dice que Dios es “grande en misericordia y verdad”. Pablo exclama: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!” (Romanos 11:33). Dios dice: “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:9).

Dios posee todo conocimiento y sabiduría.
La Biblia dice: “su entendimiento es infinito”; Dios “sabe todas las cosas”; si pedimos sabiduría, él “da a todos abundantemente”; “su entendimiento no hay quien lo alcance” (Salmo 147:5; 1 Juan 3:20; Santiago 1:5; Isaías 40:28). ¡Dios es la fuente de la verdad!

Jesús es “la verdad” (Juan 14:6).
Puesto que Jesús es el “Hijo unigénito de Dios”, también es la fuente de la verdad (Juan 3:16). De hecho, Jesús dijo: “Yo soy … la verdad” (Juan 14:6). Como Dios encarnado, él es “la verdad encarnada … la clave de toda verdad, y en sí mismo una revelación de toda la verdad necesaria para elevar al hombre a Dios” Cuando Jesús dijo que era “la verdad”, no pretendía ser sólo una verdad o realidad entre muchas, sino que es la última realidad. ¡La verdad suprema!.

LA VERDAD REVELADA
Dios se revela a sí mismo a través de Jesús.
No sólo es Jesús “la verdad”, sino que es la manera principal que Dios usó para revelarse a sí mismo al hombre. Hebreos 1:1–2 dice: “Dios … en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo”. Juan escribe: “Y aquel Verbo [Jesús] fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad … la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Juan 1:14, 17). En respuesta a la petición de Felipe: “Muéstranos el Padre”, Jesús dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:8–9).

Esto es verídico porque Jesús es “el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia” (Hebreos 1:3; compare Juan 1:18; Colosenses 1:15).

El Espíritu Santo – el revelador de la verdad.
El Espíritu Santo es “el Espíritu de verdad” (Juan 14:17). Es una fuente de la verdad y un revelador de la verdad. Jesús dijo: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Juan 16:13). También dijo: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:26).

Jesús había enseñado a los apóstoles por casi tres años. Cuando el Espíritu Santo vino en el día de Pentecostés, les capacitó para recordar todas las enseñanzas de Jesús. También les enseñó lo que Jesús no había tenido tiempo para enseñar (Juan 16:12–13). De esta manera, los apóstoles recibieron toda la verdad que Jesús tenía para ellos. No necesitamos más revelaciones, puesto que tenemos todo lo que necesitamos en el Nuevo Testamento – la enseñanza de los apóstoles.

La Biblia – la verdad de Dios escrita.
La verdad que Dios envió al hombre más tarde, fue escrita en forma permanente. Esto la hizo fácilmente accesible para toda gente en todo tiempo. Sin embargo, la escritura no fue dejada a la memoria falible de los hombres, sino fue supervisada por el Espíritu Santo. A esto le llamamos “inspiración”. Así, él garantizó la exactitud y la suficiencia de su Palabra. (Vea Juan 14:26; 2 Pedro 1:19–21; 2 Samuel 23:2; 2 Timoteo 3:16–17.) ¡Esto es alentador!

Jesús dijo: “Tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Pablo dijo que, cuando los cristianos recibieron el evangelio, “la recibistéis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios” (1 Tesalonicenses 2:13). Nosotros, como los primeros cristianos, tenemos la confianza de que la Biblia es la Palabra de Dios – ¡la verdad de Dios!

Es por todo esto que te ánimo a leer la palabra de Dios y a practicarla.

Pastor Manuel Jorge López

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