Sendic Aguirre/LIBERAL En ningún momento perdieron fe de que encontrarían a los pescadores.

Pescadores de Villa Allende son rescatados en altamar

Con 40 años en el oficio, Don Roberto Nisimura Benavides, es un pescador habitante de Villa Allende que este martes fue rescatado a más de 40 millas de las escolleras de ese lugar por personal de la Secretaría de Marina, tras haber naufragado acompañado de tres tripulantes más en su humilde lancha.

Fue el lunes a las 18:00 horas, cuando Don Roberto de 52 años partió junto a su sobrino Roberto Carlos Nisimura Juárez de 21 y Marbella Arias Hernández de 40 y su hijo Julio Gabriel González Arias de 16; para colocar una red a unas cuantas millas, misma que sería levantada este martes.

Sin embargo, tras dejar la red, el motor de la lancha se descompuso y no pudieron volver.

Los cuatro pescadores pensaron que unos momentos después sus compañeros irían por ellos, sin embargo, el oleaje los fue alejando de la zona a la que habían llegado inicialmente y finalmente no pudieron ser vistos por los otros trabajadores del mar que ya los buscaban desesperadamente al ver que no volvían a casa.

-¿Cómo estuvo la experiencia?-
“El aire y la corriente nos fue aventando hacía afuera y nos pasamos más de 40 millas dentro del mar. Siempre tuvimos la ilusión de que nos fueran a buscar, sí fueron varios, pero no nos hallaron. Fue hasta que llegó la Marina que nos pudieron rescatar.

“A los marinos que nos rescataron no los abracé por la pandemia, pero al saber que venía la lancha hasta se escurrieron las lágrimas. Gracias a ellos por haber ido hasta allá porque nos trataron bien y con respeto, además nos llevaron al médico y dijeron que todo bien”.

-¿Qué sentía usted al estar en alta mar sin saber si serían encontrados?-
“Pues duda de saber si seríamos encontrados. No tuvimos sed ni hambre yo creo de la preocupación. Cada quien estuvo sentado en su lugar, pidiéndole a Dios a su manera que nos encontraran.

“El helicóptero no nos vio, quienes nos vieron fueron los de las lanchas y se dirigieron a mucha velocidad, se nos pegó y nos subió y nos trajo”.

-¿Vive de la pesca?-
“Sí, salgo diario, solo fuimos a dejar una red y es que no pudimos volver. La verdad la situación ha estado difícil, pero ahí la hemos llevado, aguantando y tratando de salir adelante, nosotros no hemos tenido ayuda para nada, de ninguna parte, de ninguna dependencia. Ahorita que ya nos salvaron pues nadie se ha comunicado, eso pasa siempre, dicen: Pues ya están bien, ya para qué les llamo”.

-¿Hay días en los que ha pensado que no habrá para comer?-
“Si, muchos, a veces no hay, vas y regresas sin nada, pero no queda más que salir adelante por mi esposa porque mis hijas ya están grandes”.

PESE AL EPISODIO, ROBERTO JR. NO DEJARÁ LA PESCA
Roberto Carlos de 21 años, también estuvo en esa lancha que estuvo naufragando por más de 20 horas en el Golfo de México y aunque tuvo miedo de no volver, asegura que el oficio lo apasiona y continuará haciéndolo.
“Pasamos la noche con frío y miedo, con los mosquitos, incómodos, pero pensando en la familia, agarrándose de ellos y de Dios y nunca perder la fe”, aseguró.

-¿Pensaste en el algún momento que no irían por ustedes?-
“Sí, y hasta me daban ganas de llorar, pensaba que no saldría de ahí y que nos dejarían ir más allá, pero la familia se unió y logramos volver. Al ver la lancha me animé, regresó la fe y la esperanza”.
Roberto se dedica al oficio desde los 8 años y asegura que continuará con la tradición que le enseñó su abuelo desde pequeño.
Como este cuarteto, un sinfín de pescadores de Villa Allende continuarán arriesgando su vida cada día para poder llevar el pan a su casa, pues aseguran, nadie les ha tendido la mano en años y menos ahora ante la difícil situación que se vive en todo el País.

AUXILIADOS POR LA SEMAR
Roberto, Roberto Carlos, Marbella y Julio Gabriel un menor de edad, zarparon de Coatzacoalcos este lunes por la tarde para salir a pescar a las aguas del Golfo de México como todos los días, sin embargo, en esta ocasión no regresaron y tuvieron a toda la comunidad en la zozobra e incertidumbre.

De acuerdo a los reportes de algunos otros pescadores, ellos los vieron en su embarcación navegando sin mayor contrariedad, no pensaban que en realidad estaban sin máquina y a la buena de Dios.

Como cada vez que salen a navegar, ellos debieron regresar a sus hogares a más tardar a las 21:00 horas del lunes, sin embargo no lo hicieron, pero sus familiares pensaron que no había pasado nada malo.

Hasta la madrugada del martes, fue que de inmediato se comunicaron entre todos los familiares y supieron que nadie había llegado con bien a su casa, por lo que en seguida activaron una búsqueda.
La comunidad de pescadores de Villa Allende son muy unidos en especial cuando se trata de resolver problemas, por eso fue que de inmediato comenzaron a buscarlos entre ellos, con sus lanchas y embarcaciones para dar con sus compañeros.

Tras varias horas en altamar y al ver que el combustible se acababa y que la surada era muy fuerte, tuvieron que regresar al Puerto de Coatzacoalcos y suspender la búsqueda, porque de lo contrario, ellos mismos quedarían a la deriva también.

Fue entonces que reunidos en la zona del Cristo de Villa Allende analizaron sus opciones y decidieron acudir con las autoridades portuarias para que los apoyaran con un operativo de rescate de manera oficial.

Todos los familiares se subieron a una embarcación y se trasladaron por el río hasta llegar a Coatzacoalcos para ir a Capitanía de Puerto, donde les dijeron que tendrían que esperar 72 horas para que los pudieran ayudar, pero les recomendaron que fueran con la Secretaría de Marina.

En seguida se pusieron en marcha y caminaron por todo el malecón antiguo hasta llegar a las instalaciones de la tercera Zona Naval Militar, para solicitar ayuda a los elementos de la Secretaría de Marina Armada de México.

“Ayuden a mi marido, por favor, es muy flaquito y no podrá soportar la intensa temperatura, no traen agua suficiente, ayuda por favor, manden un helicóptero se los suplicamos” expresaba angustiada la esposa de Roberto Nisimura.

Tras una explicación verbal al personal de la Semar, les permitieron el acceso a dos familiares, quienes narraron lo sucedido, como la embarcación donde iban tres hombres y una mujer, y uno de ellos, menor de edad, perdió el motor y la lancha quedó a merced de la corriente y de la surada.

No fue sino hasta las 15:30 horas cuando el personal de la Secretaría de Marina se puso en contacto con los familiares para notificarles que los habían encontrado a salvo.

Coatzacoalcos
Elizabeth Aviña/Sendic Aguirre

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