Palabras de victoria, un mensaje al corazón

 

Todos nuestros sueños se pueden hacen realidad si tenemos el coraje de perseguirlos. (Walt Disney)

Pastora Malena Flores

VIVIR DESPIERTOS
¿Qué sucedería si nos quitan la capacidad de soñar, o sea, de creer por algo nuevo y diferente, ese anhelo de un cambio para mejor en nuestras vidas y en la vida de otros?
la vida no se trata solo de vivirla en automático. Se trata de vivir despiertos, con grandes expectativas y dispuestos a disfrutar cada experiencia.

No nos conviene vivir anestesiados, sumergidos en rutinas que nos esclavizan y en las cuales terminamos simplemente existiendo.

Imagino que Dios disfruta cuando nos ve viviendo en plenitud y una de las maneras en las cuales podemos vivir así es soñando (creyendo), pero soñando con la actitud de que esas ideas verán la luz porque trabajaremos para alcanzarlas.

Dios es el Dador de sueños y Él quiere que nosotros, Sus hijos, descubramos maneras ingeniosas en las que podemos transformar nuestra vida de lo común a lo extraordinario.
Tengo que aclarar que cuando hablo de soñar no solo me refiero a tener metas profesionales. ¡No! Tú puedes soñar (creer) por un matrimonio saludable, por unos hijos que amen a Dios, por amigos leales, por paz en tu cuidad y la lista sería interminable…

¡Son tantas las posibilidades de sueños que traerían cambios para mejor a nuestras vidas!

Por eso, no silencies la voz de Dios en ti, ella te mostrará el camino a seguir, pero tienes que comenzar a dar pasos para que eso que crees (eso que sueñas) pase de tu imaginación a la realidad, en el nombre de Jesús.

Hay quienes dicen que los sueños, sueños son.

Y con esta frase dan por hecho de que sería una idea ridícula embarcarse en una aventura para ir tras esos sueños.

Muchas veces las personas que dicen comentarios como estos, viven aferradas a su zona cómoda y muy pocas veces en su vida se han arriesgado a ir por un sueño grande o quizás lo hicieron alguna vez y terminaron decepcionados con el resultado.

¡Los entiendo! Yo también he visto cómo muchos de mis sueños han sido cancelados, frustrados o interrumpidos.

Sin embargo, no he permitido que por mucho tiempo esto me detenga de volverlo a intentar, aunque sea en otra dirección.

Muchas veces soñamos poco, como nadando con un salvavidas; dónde nos “arriesgamos”, pero sin tomar muchos riesgos en realidad. Incluso ponemos nuestra fe y acción en sueños que son buenos, pero dentro de nosotros sabemos que pudieron haber sido mejores.

Solo tenemos una vida, ¡atrévete a soñar en grande! ¿Qué puede salir mal? ¿Qué puedes perder? Mientras no pierdas tu vida… aún tienes tiempo para continuar o volver a empezar.
Jeremías 29:11 dice: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo contigo, dice el Señor, planes de bien y no de mal, para darles un futuro y una esperanza”.

En este mensaje Dios nos hace saber que tiene y quiere lo mejor para nosotros, nos hace saber que si vamos a tener ese fin que esperamos y vamos a lograr todo lo que nos propongamos, pero debemos ser paciente y tener fe.

No te preocupes si no lo tienes claro. Solo te recomiendo que no te compliques, a veces ya tenemos las respuestas a nuestras preguntas, pero no las aceptamos porque usualmente no se parecen a lo que imaginamos.

Ten la certeza de que Dios siempre cuidará de ti, si caes Él estará ahí, si te lastimas Él te sanará…Él quiere verte vivir en plenitud y esto sin duda tiene que ver con el hecho de que puedas cumplir tus sueños, tus grandes sueños junto a Él.

Significa que no estás ni estarás solo nunca; que no debes soñar (creer) solo, pues será imposible hacer dichos sueños realidad por tus propias fuerzas.

Lo podrás alcanzar junto a Él. Ejerce tu fe, debes combinar tu fe con la acción.

La verdad es que para soñar y alcanzar nuestros sueños tienes que tomar su mano. ¿Sabes por qué? Porque tus sueños van ligados a tus capacidades y talentos, aquellos que Dios te asignó desde antes de nacer, desde que te vio y formó en el vientre de tu madre. Aquellos dones que Él sabe que posees, aunque no los hayas descubierto.

Dios nos dotó de capacidades, tu tienes potencial, mientras hay vida hay esperanza, y si Dios tiene un plan para tu vida entonces acepta esa Invitación.

Sigue soñando, sigue creyendo.

Para un tiempo determinante, decisiones determinantes.

 

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