La enorme fábrica de Nissan en Smyrna, Tennessee, cerrará por dos semanas a partir del lunes debido a la escasez de chips provocada por un brote del coronavirus en Malasia, informó la automotriz el martes.
Se trata de uno de los cierres más prolongados de cualquier planta automotriz de este tamaño en Estados Unidos desde finales del año pasado, cuando inició la escasez de semiconductores, situación que ha perjudicado a la producción automotriz de todo el mundo.
Nissan indicó que se quedó sin chips debido a un brote de COVID-19 en una fábrica en Malasia. Espera que la producción se reanude el 30 de agosto.
El complejo de Tennessee, de 557.000 metros cuadrados (6 millones de pies cuadrados) y en el que trabajan 6.700 personas, fabrica seis modelos de Nissan, incluyendo la mini-SUV Rogue, el modelo más vendido de la compañía en Estados Unidos.
Los analistas afirman que el cierre de la planta durante dos semanas es indicativo de que los problemas de escasez de semiconductores podrían no llegar a su fin este año, como esperaban muchos de los ejecutivos de la industria.