Rolando Quevedo Lara

NATIVIDAD

Caro Lector, hoy noche especial, el nacimiento del Niño Dios.

Dejemos hoy, aparte las liviandades cotidianas.

La Natividad es celebración religiosa, pero también es la época del año en que dejamos un poco de lado las preocupaciones cotidianas, para reavivar el espíritu de solidaridad, de renacer en las buenas acciones, y hacer llegar a nuestros familiares, amigos y conocidos, nuestros mejores deseos.

Pero con la prisa del día a día, expresar los mejores deseos se vuelve a veces un monótono repetir la misma frase de “Feliz Navidad y

Próspero Año Nuevo”, que no refleja el verdadero espíritu de la época y lo que sentimos en nuestros corazones.

Permítame por favor, transcribir dos oraciones.

La que rezan mis hijos con mis nietos:

Niño Dios, tú que llegaste al mundo para salvar, te pedimos años de paz.

Niño Dios, tú que naciste en un pesebre, te pedimos que no haya más miserias en el mundo.

Niño Dios, tú que naciste de una madre virgen, te pedimos pureza en este mundo.

Niño Dios, tú que eres salvador, sálvanos de los desastres que nos provoca la naturaleza.

Niño Dios, por fin a la pandemia, no más contagios de Covid-19.

Niño Dios, tú que nos diste la vida para vivirla, que la vivamos de acuerdo a tu gloriosa vida.

FIN DE AÑO

Oración que envió queridísimo amigo mío:

Señor, al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor, hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo. También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte.

Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.

En los próximos días iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.

Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes. Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso.

Cólmame de bondad y de alegría para que, cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de TI.

DEL PRINCIPIO AL FIN
MI ESPOSA, mis hijos, sus esposas, mis cinco nietos, oración en familia: Amado Dios, hoy nos acercamos hasta ti para darte gracias por permitirnos vivir otra navidad, hermosa época de luz y celebración. Permite que en estos días nuestros ojos se llenen de brillo, nuestros labios de sonrisas y nuestros corazones de sincera humanidad… APROVECHAMOS EL ánimo de fiesta y alegría con el que celebramos el nacimiento del Niño Jesús, que propicia el deseo de compartir saludos, felicitaciones y buena “vibra” con mis cuatro Lectores, con mis compadres, con mis cuatrochos, con las personas que como Usted, son de nuestro aprecio sincero… FELIZ NOCHEBUENA, Feliz Navidad.

Rolando Quevedo Lara
quevedo_r@yahoo.com.mx

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