Un niño de ocho años de edad, murió por una hemorragia cerebral sin presentar síntomas, en Oregon, Estados Unidos.
Amari King Churchwell perdió la vida abruptamente salvo que dijo sentirse mal horas antes de desvanecerse tras ser recogido por su padre en su escuela.
Posteriormente, Amari King Churchwel fue sometido a varias tomografías computarizadas y atendido por tres neurólogos, quienes encontraron una masa en la parte posterior de su cerebro con hemorragia interna y trabajaron para insertar un drenaje con el fin reducir la presión sobre su cerebro, sin éxito, lamentablemente.
AGENCIAS INTERNACIONAL