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Unos 10 niños, pacientes con leucemia en Yemen, murieron y decenas más quedaron gravemente enfermos, luego de que se les administraron dosis caducadas de un tratamiento contra el cáncer en la capital controlada por los rebeldes, informaron el viernes funcionarios médicos y trabajadores.
El conflicto en Yemen, que entra en su octavo año, ha causado una de las peores crisis humanitarias del mundo y ha matado a más de 150 mil personas.
Los niños tenían entre tres y 15 años y murieron en el Hospital Kuwait de Sanaa luego de que se les inyectaran dosis viejas de medicamentos de contrabando en varias clínicas privadas, informó el Ministerio de Salud dirigido por los rebeldes en un comunicado publicado el jueves.
Los funcionarios no detallaron cuando ocurrieron las 10 muertes.
De acuerdo con lo que declararon funcionarios y trabajadores de la salud a The Associated Press, unos 50 niños recibieron un tratamiento de quimioterapia de contrabando conocido como metrotrexato que se fabricó originalmente en la India. Señalaron que un total de 19 niños habían muerto a causa del tratamiento vencido.
En medio de la guerra de Yemen, la falta de acceso a los recursos básicos, incluidos alimentos y medicinas, ha creado grandes redes de contrabando en las áreas controladas por los rebeldes Houthi y la coalición saudita.
Varios médicos en Sanaa dijeron que los funcionarios Houthi trabajan en secreto en asociación con contrabandistas de medicamentos que venden tratamientos a menudo vencidos a clínicas privadas desde almacenes en todo el país. Señalaron que, al hacerlo, los hutíes estaban limitando la disponibilidad de tratamientos seguros.
El Ministerio de Salud Houthi dio a conocer que abrió una investigación sobre el incidente. En su declaración, culparon de las muertes a las fuerzas de la coalición saudita por causar la falta de medicamentos disponibles en las áreas controladas por los hutíes.
El padre de uno de los niños fallecidos dijo que su hijo sintió dolores y calambres luego de recibir el tratamiento de quimioterapia vencido y murió cinco días después.
“Lo peor fue que la administración del hospital trató de ocultarnos la verdad”, dijo el padre del niño, quien pidió no ser identificado por su seguridad y la de su familia.
Agencias / Internacional
