Liberal del Sur – Periodismo Trascendente Noticias de Coatzacoalcos y el Sur de la Región
Anahí Márquez González, alumna de noveno semestre de la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana (UV) de la región Coatzacoalcos-Minatitlán, realizó una estancia de movilidad en la Escuela Internacional de Innovación Social, en Colombia.
La Escuela Internacional de Innovación Social es una iniciativa del Tecnológico de Antioquia, el Instituto Tecnológico Metropolitano, la Fundación Universitaria “Juan N. Corpas” y La Fundación Universidad de América; propone temáticas distintas cada año, de acuerdo a las necesidades sociales que existan en el país.
La versión de 2023 fue Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La estudiante indicó que durante septiembre y octubre fue capacitada de forma virtual acerca de modelos de negocios y mercadotecnia, y ganó una estancia de una semana en Medellín; allí, visitó empresas participantes y presentó junto a otros estudiantes un modelo de negocio y propuesta de solución de giro ambiental.
El proyecto, titulado “Ecoware”, consistió en desarrollar una aplicación móvil cuyo objetivo es resolver el problema de organización de una asociación dedicada al reciclaje en 14 subdivisiones; en él se detalló un formato de diseño empresarial, los pros y contras a posibles inversionistas de la empresa y se establecieron las bases de la aplicación para mejorar la comunicación entre la industria transformadora y las subdivisiones de la empresa.
“La UV me ha brindado múltiples herramientas de forma conjunta; realizar exposiciones constantemente fue un gran apoyo durante la presentación verbal del proyecto e hizo que se me facilitara”, expuso.
Márquez González mencionó que la movilidad le permitió nutrir su formación profesional con una experiencia internacional, también le otorgó una visión más amplia de la realidad laboral lado a lado con diversos países y áreas de trabajo; en lo personal, destacó la experiencia intercultural, su agrado al conocer distintas culturas y convivir con otros países, a pesar de ligeros obstáculos.
“Teníamos compañeros de Brasil que no hablaban español, era nuestro reto trabajar en equipo y comunicarnos e involucrarlos”.
A pesar de los desafíos con los que se enfrentó, resaltó aspectos positivos de la movilidad como el convivir con otros estudiantes y compartir su logro con seres queridos.
“Las personas con las que conviví nos recibieron de una manera muy grata y bonita; lo que más disfruté fue compartir este logro con las personas que yo amo y demostrarme a mí misma que sí lo logré, sí pude”, enfatizó.
Además, recomendó a otros estudiantes realizar una movilidad no sólo porque nutre mucho profesionalmente, sino también porque brinda herramientas y aprendizaje para situaciones de vida, y ofreció recomendaciones si desean hacer estancias en el extranjero como tener iniciativa y el currículum listo.
