Luis Velázquez

El Hombre Atroz/ Mucha perversidad/ Dureza y rudeza

UNO. El Hombre Atroz

El sicólogo dice que el ser humano tiene en su cuerpo y en el corazón y las neuronas tanta atrocidad como imaginación y sensibilidad para el bien y el mal.
Sabrá, no obstante, el chamán la parte del cuerpo donde se anida la perversidad humana. Quizá, bien pudiera y como mera hipótesis, el corazón, el hígado, las neuronas.
Se ignora si en el alma. O el espíritu. El escritor Antón Chéjov, quien también era médico, dijo que en su tiempo en el quirófano le entró la curiosidad para ubicar la parte del cuerpo donde estaba el alma.
Y buscó por todos lados y fracasó en el intento. Igual, quizá, sería con la parte más aberrante del ser humano.

DOS. Dureza y rudeza…

La saña y la barbarie, la dureza y la rudeza, significan, a primera vista, un misterio para descifrar el rincón del cuerpo humano donde anidan, viven y se reproducen como los peces y los panes.
Es la parte aquella, digamos, de los malandros, sicarios y pistoleros que por órdenes superiores secuestran, desaparecen, asesinan, decapitan, cercenan y hacen cachitos a las personas y luego, para redondear la malignidad, arrojan el cadáver en la vía pública, lo cuelgan de un árbol o abandonan la cabeza encima de la mesa de un bar o un antro.

TRES. “Un poquito de gracia y otras cositas”
Se explica, por ejemplo, que a partir del desempleo muchas personas decidan contratarse con los carteles y cartelitos.
Y como una estrategia de los malandros para imponerse es el terror, entonces, hasta decapitan a las personas.
Pero al mismo tiempo, para llegar a tales decibeles de la naturaleza humana, como para bailar “La bamba”, “se necesita un poquito de gracia y otras cositas”.
Entre otras, un corazón desalmado y perverso, ruin y miserable, pues si una persona ya fue asesinada, caray, rudeza innecesaria hacer pedacitos su cuerpo y embolsarlo y arrojarlo a un canal de aguas negras.

CUATRO. Realidad inevitable

Y es ahí cuando se transgrede la sensibilidad y la imaginación humana y la peor perversidad del mundo se atraviesa como está sucediendo en Veracruz.
En otros tiempos, leíamos las noticias sobre atrocidades en la guerra de Vietnam o en el Medio Oriente, pero ahora, están aquí, “en la noche tibia y callada de Veracruz”, y ni modo, de vivir de espaldas a la realidad.

CINCO. Escenas horripilantes

Muchas, demasiadas experiencias borrascosas ocurrirán en la vida de los malandros para alcanzar niveles de deshumanización.
Más, y por ejemplo, cuando matan ancianos, niños y mujeres. Y en el caso de las mujeres, quizá hasta las ultrajan.
Tanta atrocidad ha llevado, por ejemplo, a escenas horripilantes. Cadáveres flotando en los ríos aguas abajo. Cadáveres mutilados tirados a la orilla del camino, y entre los cañaverales. Cadáveres colgando de los puentes para que, en efecto, todo mundo los vea y las familias queden aterrorizadas.

SEIS. El mal, derrotando al bien

Hay sicólogos estudiando la naturaleza humana. En la pantalla casera hay películas sobre la rudeza y la perversidad, una de ellas, El sicópata americano, que en su departamento de soltero tiene una sierra para matar a las mujeres, por lo general, trabajadoras sexuales, luego de hacer el sexo.
Son mentes desequilibradas y desquiciadas. Los asesinos seriales, por ejemplo. Los llamados pozoleros entre los carteles, encargados de desaparecer con químicos los cuerpos humanos.
La atrocidad, por encima de la sensibilidad y la imaginación con sentido social.
El mal, derrotando al bien.

Escenarios
Luis Velázquez

TE PUEDE INTERESAR

Detienen a sujeto que disparó contra camioneta de candidata del PRI, PAN y PRD a la alcaldía Cuauhtémoc, de la CDMX

Autoridades detuvieron al sujeto que disparó contra la camioneta de Alessandra Rojo de la Vega, …