El 10 de mayo, alegría y nostalgia en los panteones

“Estas flores recicladas son hermosas y duraderas. Puedo llevarlas a casa después de visitar la tumba de mi mamá y mantenerlas como un símbolo de su amor”

María González
una de las visitantes del panteón

Los panteones de Coatzacoalcos de nueva cuenta como cada 10 de mayo se llenaron de flores, familias y especialmente de miles de recuerdos.

Y es que el 10 de mayo es una de las fechas que se llenan de un ambiente de alegría y nostalgia, cientos de familias de Coatzacoalcos se congregaron en los panteones de la ciudad para rendir homenaje a sus seres queridos.

En una tradición que mezcla las memorias y los sentimientos, tanto jóvenes como adultos se unieron en esta fecha especial para mantener viva la memoria de aquellas que ya no están físicamente, pero que siguen presentes en sus corazones.

A pesar de los momentos difíciles vividos durante la pandemia, las familias encontraron consuelo y esperanza al recordar a sus seres queridos en este día conmemorativo.

Los niños, en particular, compartieron emociones y recuerdos de sus abuelas, manteniendo vivo el legado de generaciones pasadas. Con una inocencia conmovedora, muchos pequeños depositaron flores y colocaron fotografías en las tumbas de sus abuelitas, expresando su amor y gratitud hacia ellos.
Sin embargo, en medio de la melancolía, también se respiraba un aire de positivismo y compromiso con el medio ambiente.

Este año, se observó un interesante cambio en la venta de flores en los alrededores de los panteones de Coatzacoalcos. Además de las tradicionales flores naturales, los vendedores locales ofrecieron una alternativa ecológica: flores recicladas hechas a mano.

Las flores recicladas, elaboradas con materiales como papel, cartón y tela, no solo brindaron una opción sostenible, sino que también destacaron la creatividad y habilidad de los artesanos locales. Todo ello permitió honrar a los seres queridos de una manera respetuosa con el medio ambiente y promovió la conciencia sobre la importancia de reducir el desperdicio.

En un año marcado por pérdidas y separaciones, la jornada en los panteones de Coatzacoalcos se convirtió en un encuentro especial entre el pasado y el presente. Las mamás que partieron demasiado pronto debido al Covid-19 fueron recordadas con amor y cariño, y sus legados quedaron grabados en la memoria colectiva de la comunidad.

Las visitas a los panteones de Coatzacoalcos en el Día de las Madres demostraron una vez más la conexión con sus antepasados. Las familias encontraron consuelo y renovaron su esperanza en tiempos difíciles, demostrando que el amor y la memoria pueden trascender cualquier barrera.

COATZACOALCOS
SENDIC AGUIRRE

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