¿Dónde están los candidatos?

Los partidos políticos tienen apretados tiempos encima para lanzar a sus suspirantes, aspirantes, anhelantes y anexas al ruedo, para que se agarren de la greña con el más pintado.
Se mueve el grupo de los 31, otros por allá y acullá tienen a sus preferidos, muchos de estos, a sus jilgueros muy bien subsidiados, para encabezar encuestas más chafas que un billete de 3 pesos.
El fin de semana anterior, el reconocido colega Armando Ramos, cubrió la pasarela en la que “cinco aspirantes a la alcaldía de Coatzacoalcos se reunieron en un privado de La Barra de Alvarado en Plaza Quádrum, con integrantes del Frente Cívico Ciudadano. Ahí Carlos Vasconcelos, Jesús Moreno Delgado, Raúl Ojeda, Armando Rotter y Alfredo Phinder, coincidieron en que necesitan formar un bloque opositor para competir con MoReNa y su abanderado. Vasconcelos a la alcaldía; Chucho Moreno y Víctor Rodríguez a las diputaciones. Al menos eso es lo que busca el Frente Cívico Ciudadano”.

SIN PARTIDOS POLÍTICOS
Con las cuentas en la mano, saben que en las próximas elecciones sólo podrían dar pelea a MoReNa, con una alianza PAN-PRI-PRD que aun no existe a nivel oficial.
“Se destaparon” sin partido político. Sin que nada los abandere.
Ese FCC, ¿a quién pidió opinión? El primero y el tercero, reconocidos maleantes; el de en medio, saltimbanqui político. Priístas los tres.
¿Qué calidad política como se comentó en entregas anteriores, para ser aspirantes?
Los dirigentes de 13 partidos -de 14- que estarán anotados en las boletas electorales, no digieren la división del voto que provocó el que manda en el partido con el poder. No asimilan cierto control de MoReNa.
Conflictivo el fenómeno político, propicia la lucha interna de grupos.
División, descontrol y desorden, en busca del poder municipal para “su mejor hombre”.

LA HECHURA DE UN CANDIDATO
Aquí en nuestro micro mundillo político, a estas alturas Caro Lector, como en los tiempos del monje loco, nadie sabe, nadie está enterado que “alguien” de ese frente ya tenga “amarrado” a los candidatos.
Un y mil suspirantes, dos que tres anhelantes, no saben qué hacer, ni a qué santo encomendarse para que algún “partido” los ponga en la lista buena.
¿Cómo llegar?, el dilema.
Los priístas de siempre, creen aun en retrógradas tácticas y técnicas de todos los tiempos.
La hechura de un candidato priísta a una alcaldía, era así, de acuerdo a las no escritas reglas del tricolor:
El proceso electoral para llegar a la alcaldía se iniciaba cuando una persona se convertía en candidato a Gobernador del Estado, en ese preciso momento, los que se las jugarían con él, empezaban a vislumbrar un mejor futuro en su vida.
Ese candidato llegaba a Gobernador y entonces, empezaba a acomodar sus fichas y los iba perfilando, los iba soltando, les iba dando juego. El gobernador manejaba nombres y hombres, les ponía pruebas, los alentaba y les decía, prepárense.
Así, en el momento de la decisión valoraba y sopesaba a cada uno de los posibles y hacía su lista, misma que enviaba a la mesa central de la Secretaría de Gobernación, en donde analizaban caso por caso y palomeaban a los que pasaban la primera prueba.
Existían desde luego, personas con padrinos, con tanta fuerza o quizá más que el mismo Gobernador en turno, entonces esos, suplían a los de la lista general y es en donde se daba el palomeo.
Corregida y aumentada, la lista iba al PRI, en donde también le daban su checada y es en donde apoyaban a los cuates que de última hora entraban de emergentes.
Los caprichos personales, son los que más alteraban y los que servían como base real para la negociación.
A estas alturas, el Gobernador ya no tenía poder de decisión, pero sí de veto y la oportunidad de empate, cuando le quitaban a su favorito y entonces es cuando se revertía y aceptaba al predilecto que le imponían y llegaba un tercero en discordia.
Una vez finalizado la estira y afloja, y puestos todos de acuerdo, la “lista”, lista en Xalapa, y es cuando se iniciaban los avisos a los que iban a ser, a quienes ni Dios Padre, ni Dios Hijo, ni Dios Espíritu Santo, mucho menos la virgencita de Guadalupe los quitaba.
Así de fácil resultaba la nominación, aunque para algunos, era más fácil, todo era cosa de tener suerte y estar muy cerca de quien verdaderamente mandaba, y la hacía… ¿Te acuerdas Pancho?

DEL PRINCIPIO A FIN
ESO SUCEDÍA cuando el PRI era el partido aplanador, el que ganaba de todas, todas… hoy… ¿será otro el cantar?… CHIIINNNNNN, el espacio…

De primera mano
Rolando Quevedo Lara
quevedo_yahoo.com.mx