De trabajo de oficina, a tatuador de pieles

Los tatuajes poco a poco han dejado de ser estigmatizados por la sociedad y ahora son cada vez más aceptados y visibles en cualquier lugar.

De este oficio ahora tan popular, platicó Deivi con LIBERAL DEL SUR, joven porteño de 27 años, quien con 5 años de antigüedad en este mundo detalló que día con día se esfuerza para hacer los mejores trabajos en la piel de quienes le solicitan un tatuaje.

“Estudié diseño gráfico, me quedé a unos semestres de terminar, yo siempre he dibujado, desde niño y también he pintado, hice grafiti, realismo, diseño, ilustración digital y buscando una actividad que me gustara para poder generar dinero, decidí hacer tatuajes”, dijo.

Reveló que antes tuvo trabajo de oficina, pero en definitiva no fue lo suyo.

Hoy, Deivi cuenta con su propio espacio para desarrollar sus dibujos, ahora a otro nivel al dejarlos para siempre en la piel de las personas.

Aunque en un principio su idea era de tatuajes oscuros, finalmente la vida lo llevó por hacer ilustraciones más delicadas.

Deivi comenzó a los 22 años en el mundo del tatuaje y aunque a sus padres al principio no les agradó tanto la idea, nunca se opusieron.

“Yo vivía con ellos todavía, pero yo cubría mis gastos y nunca tuve problema con eso”, indicó.

En sus inicios, el joven tatuador investigó minuciosamente desde qué máquinas y hasta qué tintas eran las mejores o más recomendadas para tatuar y aunque al final no ocupó lo que compró, poco a poco fue conociendo más del mundo del tatuaje.

Tras su comienzo, tardó alrededor de seis meses en perfeccionar su técnica, pero dijo que a la fecha sigue aprendiendo.

EL PRIMER TATUAJE
Dijo que su primer tatuaje se lo hizo a un amigo que incluso pagó por el trabajo, este fue el nombre de su hija y se tardó una hora en hacerlo, ahora eso lo haría en unos cuantos minutos, aseguró.

Con Deivi, quienes más se tatuan son mujeres pues sus diseños son de mucho agrado del público femenino.

LAS RECOMENDACIONES
Recomendó a quienes quieren hacerse un tatuaje por primera vez, que no lo hagan en sus vacaciones de playa porque se debe poner mucho cuidado.

“Mucha gente quiere tatuarse para irse de vacaciones y no porque se debe cuidar como cualquier herida porque no puede darle el sol, agua de cloro o sal, tampoco se puede ir a hacer ejercicio por el sudor o aparatos sucios”, expresó.

Reveló que hasta ahora no ha realizado tatuajes en zonas extrañas y no lo haría porque es incómodo o porque pudiera no ser tan práctico.

Lo más barato que cobra por un tatuaje son 700 pesos que pueden ser de 5 centímetros, pero varía el precio según el tamaño, diseño, complejidad y la zona.

“También es por el material de calidad y para cobrarlos hago mis cuentas por hora y qué tanto material utilizaré y ya doy el precio, hay quien cobra más barato, pero a veces sale peor”, dijo.

Recomendó a los nuevos tatuadores que investiguen mucho antes, pues dijo que no por ser tatuador significa que pueden hacer de todo, por ello es importante saber qué estilo les va mejor.

COATZACOALCOS
ELIZABETH VIÑA