En plática con LIBERAL DEL SUR recordó que desde pequeña siempre le gustó la música.

Damaris unió sus grandes pasiones como enfermera

El amor por la música y sus pacientes, motivaron a la nanchiteca Damaris García Katt a unir sus dos grandes pasiones para brindar una mejor atención a aquellos que lo necesitan durante sus guardias como enfermera en el hospital comunitario de Coatzacoalcos.

El brindarle diferentes cuidados a su abuelita, Raymunda Mendoza Cabrera, cuando se encontraba enferma, ayudó a la joven enfermera a estudiar la carrera en la escuela Gotinga.

“Como era una personita muy inquieta y traviesa, a veces se lesionaba y a mí me gustaba atenderla, cuidarla, darle sus masajitos. Entonces ahí fue donde me di cuenta que tenía vocación para la enfermería”, narró Damaris en entrevista con LIBERAL DEL SUR.

A lo largo de sus prácticas y servicio social, la enfermera ha logrado estar en áreas como UCIN, Oncopediatría, trash obstetrico y Hemodialicis, esta última fue donde comenzó a formular su tesis de la musicoterapia.

SIEMPRE HA ESTADO PRESENTE EN SU VIDA

Damaris, contó que desde pequeña siempre le gustó la música. Cantaba cuando salía a comprar las tortillas o simplemente al realizar cualquier actividad.

“De niña no tocaba ningún instrumento, pero como mis papás veían que siempre me la pasaba cantando, me metían al coro de la iglesia o cosas así. Fue hasta la secundaria que comencé a recibir clases de piano y poco a poco de violín”, comentó.

Recordó que la primera carrera que estudio fue música, en en un conservatorio, sin embargo por motivos personales, tuvo que salirse, aunque eso no impidió en que siguiera ejecutando sus instrumentos, los cuales ahora también forman parte de su vocación como enfermera.

LA MÚSICA SALVA VIDAS

Inspirada en sus dos grandes pasiones, Damaris, decidió evocar su tesis en la musicoterapia. Ya que estudios y prácticas en países como España, han mostrado grandes resultados en que los pacientes, al escuchar sus canciones favoritas muestran un avance favorable en su salud.

Destacó que es necesario que se comiencen a aplicar estos conocimientos, para ayudar a la mejoría del paciente, principalmente en aquellos que padecen Alzheimer, derrame cerebral, quienes atraviesan un momento de depresión o quienes simplemente desean tener un momento de alegría recordando sus canciones favoritas.

LLEVÓ ALEGRÍA A MENORES DE ONCOPEDIATRÍA

Recientemente decidió aplicar los conocimientos de su tesis en el área de Oncopediatría, llevando serenata a los pequeños que se encontraban en esta, luego de recibir sus quimioterapias en vísperas de la Navidad.

“Vi que en otros países, aplican la música como una herramienta para poder generar un cambio psicológico o fisiológico en los pacientes. Quienes aveces están mucho tiempo hospitalizadas, como en este caso con los niños, quienes desde muy pequeños tienen que enfrentar estas batallas”, narró.

Contó que tanto los menores, sus padres y el personal médico, se mostró agradecido por el gesto, donde ella les tocó canciones navideñas, además de elaborar maracas para que los pacientes pudieran ejecutar un instrumento también.

“Fue como una apertura de comunicación, donde ellos se expresaron sus inquietudes sobre lo que ellos están pasando y eso de igual manera forma parte de la musicoterapia abrir esos canales”, refirió.

Aseguró que continuará llevando a cabo este tipo de sesiones musicales en las áreas o departamentos donde se permita poder efectuarlas, ya que busca que poco a poco se comience a adaptar estas nuevas formar de terapias, que pueden ayudar a los pacientes.

“Creo que enfermería sí es capaz de completarse con otros cuidados. Con la música se estimula mucho el cerebro, este se activa y comienza a dar respuesta de lo que las melodías le trasmiten”
Damaris García Katt
enfermera nanchiteca

NANCHITAL
MARIAIDE RAMOS

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