Agencias/Liberal Chepo le relataba a su amiguito la convivencia con un demonio.

Chepo, un angelito que vivía con miedo

El 10 de junio fue el desenlace fatal, horas más-menos desde su desaparición. Jurídicamente así quedará asentada, «humanamente», así quedará en la memoria de quienes nos horrorizamos con la aberrante muerte de Chepo, a ver hasta cuando nos da la memoria como «humanos», ojalá y fuera todos los días, para siempre, para que no vuelva a ocurrir.

Pero Chepo el angelito, ya vivía el infierno, ya lo confiaba a un amigo, día tras día, palabra por palabra narró los demonios de su «hogar».

Estas son sus confidencias de un ángel pidiendo ayuda y que hoy nos la hacen llegar en una desgarrante carta.

‘Dios, que nunca jamás haya otro Chepo.’

LA CARTA

Fui amigo de Chepo el niño de 10 años que apareció asesinado, hoy leí lo que la mamá dice en el diario y solo dice mentiras, yo les voy a platicar lo que era un día en la vida de Chepo sólo un día, aunque todos los días mi amigo Chepo me platicaba una historia diferente pero igual de fea. Voy a relatarlo como si fuera mi amigo Chepo el que les platique para que sean ustedes amigos los que digan y exijan la justicia para mi amigo Chepo.

En la mañana el marido de mi mama, que no es mi papa, es mi padrastro, pero todos le decimos Tempa me despertaba de un cinturonazo, o me jalaba del pie y me tiraba de la cama o me apretaba un trapo en la cara hasta que casi no podía respirar que si no dejaba de apretar me mataba y cuando por castigo no dormía en la cama me mandaba a dormir en el suelo y ahí me despertaba poniéndome el pie en la nuca y también lo quitaba hasta que ya no podía respirar.

Así todo mareado me mandaba a lavarme la cara para quitarme lo menso porque tenía que recoger la mierda de los perros, y apurarme para irme a trabajar, mi trabajo era abrirle y cerrarles la puerta a los clientes de la tienda a cambio de unas monedas. Cuando estábamos en la tienda platicaba de todo. Pero en ratos me quedaba callado pensando porque mi mamá no me quería ¿porqué ella no decía nada cuando Tempa me maltrataba?, Tempa me decía muchas groserías pocas veces me pegaba pero generalmente me castigaba dejándome sin comer, siempre me decía que sus perros orejones eran más valiosos que yo.

Un día recuerdo cuando íbamos a comer una sopa de fideo con pollo que hizo mi mamá, yo como siempre no había desayunado nada, pocas veces supe lo que era eso, ah, en la mesita ya estaba comiendo Tempa cuando mi mamá me sirvió, cuando fui a la mesa Tempa tenía alzado mi plato con comida y estaba llamando a los perros, cuando los perros llegaron puso mi plato de comida en el suelo y me dijo quítaselos porque sino no comes nada, cuando recogí mi plato no tenía nada y ese día no comí y mi mamá no dijo nada. Tempa es muy violento se molesta de todo y recala conmigo si se molesta con mi mamá se desquita conmigo y la forma que lo hace es casi siempre con la comida o sacándome a dormir al patio o menos peor dormir en el puro suelo.

Cuando llegaba de trabajar tenía que llegar con dinero, huevos, jamón y tortillas porque sino Tempa se molestaba y no me daban nada de cenar. Recuerdo también que me regalaron un pedazo de pollo asado y lo guarde para la cena, mi mamá me lo calentó en la lumbre y me lo puso en un platito de plástico en la mesa cuando iba a comer se acercó Tempa y le vació todas las bolsitas de chile y quedo tan picante que no lo pude comer, ese día tome un vaso de agua del tambo y me fui a dormir. Quisiera recordar un día que Tempa a la vista de mi mama no me tratara con odio, quisiera recordar un día que mi mamá no le diera la razón a Tempa y me defendiera.

Lo bueno de esto que aprendo de Tempa es que he aprendido a reconocer a la gente mala, la gente que daña y no dejo que se me acerquen, porque de seguro me quieren quitar mi dinero, y eso me metería en más problemas en la casa. Últimamente Tempa no trabaja y me exige que lleve más dinero aunque les digo que a la tienda ya no llega tanta gente por lo de la enfermedad no entienden y me corren a conseguir dinero que sino no llegue a la casa, tengo miedo que en su coraje me haga algo no sé, algo malo y se quede sola mi hermana porque amenaza con violarla o venderla a quien le pague más dinero.

Esas cosas y más peores con groserías feas, muy feas, platicaba mi amigo Chepo de Tempa y su mamá. Yo tengo miedo de encontrármelos porque tengo miedo que me hagan algo malo a mi también.

Agencia/Acayucan

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