Mariaide Ramos/LIBERAL: Finalmente los cuerpos pudieron ser velados en su domicilio.

Addison y Celia, llegan a su última morada

Después de casi dos semanas sus restos llegaron a Nanchital para ser veladas y enterradas en el panteón Tepeyac este sábado.

NANCHITAL
MARIAIDE RAMOS

Y 16 días después del trágico accidente en la carretera Tamaulipas, donde 27 personas perdieron la vida, finalmente el viernes por la mañana, arribó a Nanchital don Gustavo Cruz Santiago y su hijo con las carrozas fúnebres donde venían los cuerpos de Addison Cruz y Celia Reyes, hija y madre de don Tavo.

En su domicilio ubicado en la calle 5 de Mayo, número 34 lucen las flores, velas e imágenes de madre e hija, quienes descansan en los féretros blanco y rosa, luego de haber fallecido en Tamaulipas, cuando viajaban a Monterrey.

Desde muy tempranas horas, familiares, vecinos y amigos de don Gustavo, comenzaron a llegar para ayudar en lo que sea necesario para el velorio, llevando comida, café y bebidas para las personas que acudan a acompañarlo en su dolor.

“De Tamaulipas, salimos a la una de la tarde, después de hacer el contrato con la funeraria, llegamos a Tampico porque recibimos el apoyo por parte del Gobierno del Estado de Veracruz, quienes a través de la división de Migración les dieron la indicación de apoyarnos en el traslado de Tampico hasta Nanchital”, comentó don Gustavo Cruz.

Narró que durante las dos semanas que estuvieron en Tamaulipas realizando las diligencias correspondientes, se tuvo que mantener fuerte pese haber perdido a su hija y esposa, con quien el pasado 6 de mayo había cumplido 31 años de casados. Addison este mes de junio cumpliría 13 años el 30, festejando al mismo tiempo con su papá la vuelta al sol.

Mariaide Ramos/LIBERAL: Don Tavo relató todo lo que tuvo que pasar para que le entregaran los cuerpos de Addison Cruz y Celia Reyes.

“Cuando llegué allá nos dijeron que podría tardar 20 días en lo que nos daban las pruebas de ADN, yo respondí por mi niña y mi hijo por su mamá, afortunadamente tardó menos, sólo 16 días”, dijo.

EXISTE PROCESO LEGAL POR EL ACCIDENTE

Don Gustavo, informó que al haber sido señalado el accidente como presunto homicidio culposo, el cuerpo de las víctimas no pudo ser cremado, ya que existe un seguimiento legal y una carpeta de investigación.

“Hasta después de 10 días yo podía cremar, se imagina, después de tanto tiempo. Además la aseguradora no se está haciendo responsable de nada y existe un litigio entre ellos mismos”, explicó.

LA AGENCIA DE VIAJES JAMÁS SE REPORTÓ CON LOS FAMILIARES
“Nos decían ya casi estamos ahí, ya los van atender, pero jamás llegaron, nos dejaron solos, ellos salieron de la van de Bulma Costa Blanca, desde Coatzacoalcos y era la primera vez que usábamos este transporte”, recordó.

ESTE SÁBADO LES DARÁN EL ÚLTIMO ADIÓS
Será alrededor de las 2 o 3 de la tarde, cuando los cuerpos de Adison y doña Celia, sean llevados a su última morada al panteón Tepeyac de la ciudad, luego de haber realizado la misa de cuerpo presenta en la Iglesia de Guadalupe centro.

“Agradezco infinitamente a la gente que nos apoyó con el recurso económico, nadie espera atravesar una pérdida de esta magnitud y en verdad no sé cuándo pueda estar mejor, pero muchas gracias”
Gustavo Cruz Santiago

EL MOMENTO MÁS DURO, SE
LE VINO EL MUNDO ENCIMA

“Reconocí la credencial de mi esposa, la carterita de mi hija, su usb y fue algo duro, bastante el ver eso y empecé aceptar que si habían fallecido, algo tan difícil de aceptar y aún no lo asimiló completamente”, expresa Gustavo Cruz Santiago, mientras vela el cuerpo de su esposa e hija, fallecidas en el accidente carretero en Tamaulipas.

Se trata de los primeros restos que llegan a Veracruz, de las víctimas del choque entre una van de pasajeros y un tráiler registrado el pasado 14 de mayo, se trata de madre e hija; Celia Reyes y Addison Cruz, originarias del municipio de Nanchital.

Durante la madrugada de este viernes 2 de junio en féretros color blanco y rosa, fue como regresaron a su hogar, custodiadas por Gustavo, quien recientemente estuvo viajando a Tamaulipas para realizar los trámites pertenecientes para hacer posible que sus amadas regresaran a casa.

El fallecimiento de las nanchitecas conmocionó a los habitantes, quienes al enterarse que ya las están velando, han acudido a su domicilio para acompañar a Gustavo Cruz y su hijo David, que después de semanas de trámite, por fin pueden vivir su duelo y rezan por las almas de Celia y Addison.

El señor Gustavo cuanta lo difícil que ha sido asimilar que sus amadas ya no están con él, cuando llegó a Tamaulipas tenía la esperanza de encontrarlas con vida, dice que que salieron bien de casa y solo iban a vacacionar y a visitar a su otro hijo.

“Vi que la Van estaba totalmente calcinada en ese momento y yo dije ay Dios en ese momento me dijo mi hijo, me confirmó que todos habían muerto… ese fue un dolor tan grande en ese momento que se me vino el mundo encima”, expresa.

Sin embargo, gracias al apoyo que recibió de la población nanchiteca y algunas autoridades, logró traerlas a casa.

“Ver a un mundo de gente que nos apoyaron, en la recolección y en lo personal que nos estuvieron mandando aportaciones de todos lados, hasta amigos de Estados Unidos, a Nanchital le agradezco ese apoyo, esa moneda que me dieron para el traslado de mi hija y mi esposa y contratar una funeraria para traerlas con bien acá hasta su casa”, comentó.

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