La voz de mi amado, consejos de sabiduría

Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.

Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.

Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos.

Llévenla a la práctica ¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra. Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen. La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre. El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian. Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán. Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento, manteniendo en alto la palabra de vida. La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo. Jesús le respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Recuerden lo que sembramos cosechamos y que de la medida que mides serás medido. Seamos honestos justos íntegros que nuestro testimonio predique por nosotros.
Con amor Pastora Ruiz Sibaja.

Te invitamos a que nos acompañes en 2 callejón de la báscula número 10 de la colonia Esfuerzo de los Hermanos del Trabajo 11:00 am. Buscar a Dios con humildad de corazón. Dios está donde su nombre es invocado.

 

Pastora Guadalupe Ruiz de Arias