Don Carlos Talavera, un emprendedor de antaño

El desarrollo de Coatzacoalcos no se habría dado sin la participación de personajes que pusieron su empeño y su trabajo en la construcción de esta pujante ciudad, que al paso de los años se ha convertido en una de las principales del estado de Veracruz.

Destacar los nombres de estos personajes y divulgar una parte de su vida es una manera de reconocer que muchas cosas no se habrían logrado sin la participación de hombres como don Carlos Talavera Sánchez, quien aun cuando no es originario de Coatzacoalcos decidió venir a vivir aquí a poner su granito de arena en el desarrollo de esta pujante región petrolera.

Don Carlos Talavera, actualmente tiene 88 años, nació el 21 de septiembre de 1932 en la ciudad de Córdoba. Su madre María Esther Sánchez Castro y su padre Joaquín Talavera Peña, se dedicaba a vender productos en abonos como relojes de piso, máquinas de escribir y cuanto artículo estuviera de moda en ese momento. En alguna ocasión don Joaquín llegó a trabajar en el ayuntamiento de Córdoba, pero lo suyo eran las ventas.

Eran cuatro hermanos de los cuales Carlos Talavera era el segundo en edad. Contrajo matrimonio con Dina Santopietro Reynaga, también originaria de Córdoba, con quien procreó 6 hijos: Dina, Luz Marina, Rossana, Carlos y Marisol. Es abuelo de 5 nietos: Mariana, Andrea, Carla, Arturo y Raúl.

EL DOCTOR TALAVERA
Pocos saben que Carlos Talavera estudió odontología en la Universidad Veracruzana, siendo egresado de la primera generación de esta facultad, donde por cierto recuerda que tuvo la ficha número 1 para hacer el examen de admisión. Se tituló como odontólogo y ejerció la profesión durante 15 años en Córdoba, donde mucha gente todavía le reconoce y lo saluda en la calle como “Doctor Talavera”.

Posteriormente a invitación de su cuñado Vicente Santopietro Reynaga y su concuño Carlos de la Maza González, en 1970 se vino a trabajar a Coatzacoalcos administrando el negocio Materiales Sanitarios y Azulejos, que a la postre compraría a sus parientes y cambiaría el nombre a Materiales Talavera, en aquellos tiempos en que había mucha obra y no se enfrentaba a la competencia de las grandes cadenas que llegarían posteriormente.

Gracias a su destacada labor como empresario y el especial trato que le ha caracterizado siempre, llegó a ser tesorero de la Cámara Nacional de Comercio y lo nombraron consejero regional de Banco de Oriente.

UN EMPRESARIO FAMILIAR
Materiales Talavera tuvo que cerrar en el año 2009, orillado por la llegada de las grandes cadenas comerciales como Home Depot, que con su presencia han desplazado a los negocios locales grandes y pequeños, que no cuentan con la capacidad financiera para enfrentar a estos monstruos del comercio mundial. Sin embargo, don Carlos Talavera es un ejemplo de cómo se debe llevar adelante una empresa familiar, que ha dado empleo y sustento tanto a su familia como a sus trabajadores.

Puede haber muchos negocios de este tipo, pero la diferencia radica en el trato que don Carlos Talavera siempre dio a sus clientes, por lo que hasta la fecha mucha gente le vive agradecida, porque le daba crédito a quién más lo necesitaba y les permitía que le fueran pagando conforme podían hacerlo. Todavía cuando se llegan a encontrar en algún lugar con don Carlos, recuerdan que les dio confianza y se lo agradecen, porque él creía en la palabra de la gente y le recuerdan que fue gracias a él que lograron construir su casa. Su éxito se debió al trato que siempre daba a la clientela, un buen servicio, entrega gratuita a domicilio, trato personalizado y la amabilidad por delante.

CHARRO DE CORAZÓN
A don Carlos siempre le ha gustado impulsar el deporte y la cultura, apoyando con patrocinios a los deportistas, dándoles uniformes, balones y cuánto apoyo le pedían. Pero lo que más le gusta es un amante de la charrería; es charro de corazón y forma parte de la Asociación de Charros del Puerto. Se le recuerda montado en su caballo “Taipan” (nombre japonés que tomó de una novela) de raza “appaloosa”, un tordillo de ancas moteadas que a él le gustaba montar.

Aun cuando nunca se metió de lleno a la política, sí llegó a militar en el Partido Acción Nacional (PAN), cuando iniciaba en Coatzacoalcos, porque comulgaba con sus principios y sentía que ellos tenían otra visión, que se distinguían de los demás partidos que decía “buscaban el poder por el poder, no por el bien común”.

LOS CHICOS DEL MILENIO
Ha tenido grandes amigos, algunos que ya se fueron: Rafael Anaya Flores, Ignacio Vela, Miguel Cuevas y Sergio Amaro, por nombrar solamente algunos que lo iban a visitar a su negocio porque siempre ha sido un gran conversador. Aún se sigue juntando con un grupo al que llaman los “Chicos del Milenio”, porque dicen que entre todos juntan los mil años.

UN BUEN SER HUMANO
Como padre, además de proveedor excelente y responsable, sus hijos lo describen como un padre muy cariñoso, bromista, amable, accesible y comprensivo. En pocas palabras buen esposo, excelente padre y adorable abuelo.

Como ser humano don Carlos Talavera se ha caracterizado por ser una excelente persona, con muy buen trato, amable y generoso con propios y con extraños. Muy amiguero, vacilador y divertido. Un hombre honesto, de los que hay pocos en la actualidad, que se quita la camisa por los amigos. Un ser humano con el corazón de oro, cuyo gran valor es la honestidad.

Don Carlos Talavera Sánchez es un hombre agradecido que reconoce que Coatzacoalcos le ayudó a formar un hogar, a crear un patrimonio y tener un sustento para su familia, por lo que ama a esta ciudad y a su gente.

Coatzacoalcos
Redacción