Ella rompió con los protocolos, cuando la equidad prácticamente no existía.

Yolanda Pavón Jiménez, la cara amable de Catastro

Coatzacoalcos, el Estado de Veracruz y México ha perdido a una gran mujer, una señora que desde su trinchera siempre abogó por el desarrollo de su ciudad.
A la edad de 80 años, Yolanda Pavón Jiménez, perdió la vida, en una batalla contra el cáncer, una enfermedad que rápidamente le consumió la vida.

Desde muy joven, a mediados de los setentas, gracias a su trabajo y dinamismo comenzó a trabajar para el gobierno del Estado de Veracruz.
Y en una etapa donde la equidad prácticamente no existía, ella gracias a su entrega, disciplina y extrema honestidad, fue nombrada como delegada regional de Catastro.

Las oficinas de ella por muchos años estuvieron situadas en la planta alta del Paseo Lemarroy, que actualmente conecta a las calles Zaragoza y Juárez.
Ahí todo mundo la conoció a Yolanda Pavón, por su don de gente, su sonrisa siempre afectuosa, pero sobre todo por su honestidad a prueba de bombas.

Ella no era mujer que simplemente se sentara en una oficina, lo mismo estaba en el campo con los deslindes, con las mediciones y con todo para que su trabajo fuera impecable.

Su don de mando, era innato, lo mismo mandaba a los hombres que a las mujeres de su oficina, y por supuesto hubo colaboradores que no le aguantaron el paso.

Su madre, doña Carmen Jiménez, y su padre, Víctor Pavón, gente humilde y trabajadora que colaboraron en los mercados de la ciudad, siempre le inculcaron los valores del trabajo arduo.

Jamás se casó, siempre fue soltera y Dios nunca le dio hijos, pero el Diablo le dio muchos sobrinos. A quienes quiso desde que llegaron al mundo.

Era muy devota de la iglesia católica, sin falta a misas de domingo por la mañana, su comunidad religiosa siempre la recibió con los brazos abiertos.

Desde su jubilación se dedicó a su casa, a sus plantas, a hacerle modificaciones a su casa, siempre ella en la dirección de los trabajos, porque era muy detallista y perfeccionista.

Para ella el pago de impuestos era casi tan sagrado como respirar, sus cuentas con el fisco federal y la hacienda Estatal y Municipal siempre tenían que estar intachables, porque sabía que era para beneficio de México.

Este sábado a las 06:30 am, dejó de existir una de las mujeres que siempre pugnó por ver crecer a su colonia, por mejorar su ciudad y por tener un mejor Estado.
Descanse en Paz: Yolanda Pavón Jiménez.

COATZACOALCOS
SENDIC AGUIRRE

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