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En la localidad cordobesa de Santaella (sur de España) llevó “la contraria a todos” y aunque siguió con la tradición vinícola de la zona, Francisco Robles apostó por el vino ecológico, un reto difícil en la parte económica, pero “muy satisfactoria en la parte personal”.
Francisco Robles recibió ayer a la expedición Vuelta al Mundo, formada por 36 iberoamericanos que desde el pasado 21 de julio indagan parte de España y Portugal para homenajear a los marinos Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano por el quinto centenario de la primera circunnavegación del mundo (1519-1521).
El proyecto está financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid) y apoyado por entidades como la Secretaría General Iberoamericana o la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), mismo que finaliza el 13 de agosto.
El encargado de Bodegas Robles explicó a los jóvenes el proceso de elaboración de su vino ecológico, que exporta en un 90%, ya que en España el abastecimiento es bajo para este modelo de producción.
“Lo ideal sería al contrario, que empezáramos vendiendo aquí y el restante colocarlo fuera y así evitar la huella de carbono de las exportaciones y ser más sostenible”, destacó.
Se considera que este caso fue de éxito gracias a que es factible y no precisamente a su rentabilidad.
Ante lo anterior, pidió que se considere al vino como lo que es y que el “concepto de sostenibilidad sea transversal a todo”: “al consumo, a la forma de vivir y de producir, el éxito vendrá o no después, por diferentes factores”, comentó.
Agencias / Nacional
