Trump aboga por endurecimiento de políticas contra el crimen

Donald Trump, durante su reciente visita a Arizona, intensificó su retórica de campaña al abogar por la pena de muerte para traficantes sexuales de menores y mujeres, así como para grandes narcotraficantes. La visita, que tuvo lugar en el condado de Cochise, en la frontera con México, sirvió de plataforma para que Trump lanzara nuevas promesas y críticas.

En su discurso, el ex presidente prometió que, si regresa al poder tras las elecciones del 5 de noviembre, implementará sentencias más severas contra los “criminales extranjeros ilegales”. Trump subrayó su intención de aplicar la pena capital no solo para delitos graves como el narcotráfico, sino también para quienes asesinen a policías, sheriffs, agentes fronterizos u otros oficiales de la ley. “Impondremos la pena de muerte con un juicio más rápido, no uno que dure 15 años y agote a todos”, afirmó.

El republicano no se detuvo ahí. Continuó con su discurso característico, prometiendo restaurar la grandeza de Estados Unidos. Según Trump, su plan incluye “liberar al país de los extranjeros ilegales, traficantes de drogas, ladrones, asesinos, pandilleros y depredadores sexuales de niños”. Aseguró que su presidencia devolverá la seguridad a los ciudadanos y hará que Estados Unidos sea “más grande, más fuerte, mejor y más hermoso que nunca”.

Trump hizo estas declaraciones en un contexto marcado por su continuo esfuerzo por atraer a sus bases de apoyo, mientras se encontraba ante la prensa acompañado por fuerzas del orden locales y frente a un tramo del muro fronterizo. Su discurso, lleno de promesas contundentes y una retórica combativa, sigue en la línea de su estilo característico de campaña, buscando movilizar a sus seguidores y establecer una clara diferencia con su rival demócrata, Kamala Harris.

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AGENCIAS