La Unión General de Trabajadores de Israel, el mayor sindicato del país, anunció este lunes que si el Gobierno no detiene la reforma judicial, comenzará una huelga general que se extendería a incontables sectores de la economía y a los principales hospitales del país.
La decisión fue anunciada por el presidente de la entidad, Arnon Bar-David, tras dos días consecutivos de masivas protestas contra la reforma judicial y después de que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, cesara a su ministro de Defensa por pedir frenar temporalmente esa polémica legislación ante la división social.
“Hice todo lo que pude durante las últimas semanas para evitar esta situación”, dijo Bar-David tras aclarar que la huelga comenzaría de forma inminente en caso de que Netanyahu no anuncie hoy mismo la interrupción de la reforma.
Por otra parte, la unión de trabajadores del aeropuerto internacional de Ben Gurión, en Tel Aviv, anunció que se interrumpía el despegue de aviones de forma inmediata, también a modo de protesta.
Esto se suma a la decisión ayer de las universidades del país de interrumpir las clases a partir de hoy y la amenaza de un grupo de alcaldes y líderes municipales de comenzar una huelga de hambre.
Se espera que Netanyahu haga una comparecencia en las próximas horas con un anuncio importante, con múltiples analistas anticipando la interrupción del proceso legislativo que ha desencadenado multitudinarias manifestaciones desde hace tres meses.
Medios locales informaron, sin embargo, que el mandatario enfrenta una crisis dentro de su Gobierno en torno a esta decisión, tras las amenazas de parlamentarios ultraderechistas de abandonar la coalición en caso de que se frene la reforma.
Esto llega tras unas históricas manifestaciones improvisadas anoche, con un récord de más de 650.000 israelíes llenando las calles de todo el país al grito de “democracia, democracia” en contra del cese del ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien el pasado sábado se convirtió en el primer miembro del Gobierno en pedir frenar la reforma.
Esta mañana, el presidente israelí, Isaac Herzog, hizo un llamamiento urgente a Netanyahu, a “actuar con responsabilidad y valentía” y detener “de inmediato” los procedimientos legislativos.
Los organizadores de las protestas convocaron nuevas manifestaciones para este lunes y se espera que una multitud se concentre esta tarde frente al Parlamento en Jerusalén.
La polémica reforma judicial busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, cuya independencia se vería socavada y limitaría la capacidad fiscalizadora del Supremo.
A pesar de las críticas desde incontables sectores y de las advertencias de su impacto no solo en la separación de poderes sino también en la economía de Israel, el Gobierno continúa avanzando con algunos de los pilares de la reforma, incluyendo una ley que otorgaría control de facto al Gobierno sobre el comité de selección de jueces.
Agencias / Internacional