Este lunes fueron enterrados los sacerdotes jesuitas asesinados el pasado 20 de junio en la comunidad de Cerocahui, Chihuahua.
Los cuerpos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar fueron sepultados en el atrio del templo San Francisco Javier.
Religiosos y pobladores de dicha comunidad, enclavada en la sierra Tarahumara, dieron el último adiós a los religiosos con flores y dejaron ir al cielo globos blancos que trajeron.
“¡Que viva el padre Gallo! ¡Que viva el padre Morita! ¡Que viva la paz!”, gritaron los asistentes al sepelio.
AGENCIAS NACIONAL