Reaprovechan membrana amniótica para tratar problemas en nervios de la mano

Yonathan Omar Garfias Becerra, profesor de la Facultad de Medicina, en la Unidad Periférica de la UNAM en el Instituto de Oftalmología Fundación Conde de Valenciana, con los resultados de su proyecto, afirma que “Debido a su efectividad para reducir la inflamación en terminales nerviosas del ojo, la membrana amniótica producto que forma la placenta o saco amniótico que protege al feto y que es desechada al momento del nacimiento, puede emplearse también en el tratamiento para personas con síndrome del túnel del carpo”.
El médico, explicó que “la membrana que es desechada al momento del nacimiento se utiliza en la oftalmología a partir de 1940 para la reparación de defectos conjuntivales y en 2017 el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología aprobó un proyecto para su uso en personas quienes sufren este síndrome”.
Garfias Becerra y su equipo son expertos en el uso de la membrana amniótica para el trasplante en personas con problemas en la córnea. Una de las propiedades de este material es que disminuye el dolor corneal cuando se trasplanta; es decir, un paciente con una quemadura en la córnea se le puede poner y también se reduce la inflamación.
El investigador universitario, abundó “pensamos que, si ayuda en pacientes con dolor en úlceras en la córnea, que es el tejido más densamente inervado del cuerpo, ¿qué pasará si ponemos membrana amniótica como coadyuvante en la cirugía para la liberación del túnel carpiano? Después de un año de reclutamiento se realizaron las cirugías en el Hospital de la Villa y se observó que había una reducción en los síntomas clínicos en las personas posoperadas”.
Para revisar este efecto regenerador, Garfias Becerra realizó un estudio en animales, específicamente en ratones, con una leve lesión en el nervio trigémino (dedicado a la masticación), cuya rama va a la glándula oftálmica y determina la sensibilidad de la córnea, especialmente cuando recibe algún daño por lesiones, por herpes u otras condiciones.
El experto, aclaro que “un indicador de que los animales sufren dolor, es que dejan de comer y bajan de peso; en el caso de los roedores trasplantados con la membrana amniótica no sucedió esto”.
De acuerdo con Garfias Becerra, los resultados son alentadores para que, a futuro, la membrana amniótica se utilice en la regeneración de pie diabético, una patología ocasionada por una neurodegeneración y por la diabetes per se.
Agencia/UNAM

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