La producción de petroquímicos de Pemex podría sumar cerca de 600 mil toneladas anuales adicionales al volumen si se ponen en marcha esquemas de colaboración con privados.
MÉXICO
AGENCIAS
La producción de petroquímicos de Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene un potencial de crecimiento de 30% —que son cerca de 600 mil toneladas anuales adicionales al volumen reportado en 2023— si la estatal y el gobierno federal ponen en marcha esquemas de colaboración de privados para la reactivación de plantas y equipos que hoy están en desuso, afirmó Claudia Márquez, presidenta de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ).
La empresaria detalló durante el 65 Foro Nacional de la Industria Química en la Ciudad de México que los estudios realizados por empresas en México indican que los planes podrían incluir echar a andar integralmente el tren de producción de las plantas de Cangrejera y Morelos, que operan sin usar toda su capacidad, en Veracruz, pero también una potencial asociación bajo el esquema que el gobierno considere entre una proveedora de insumos médicos y Pemex cerca de la refinería de Madero, en Tamaulipas, donde se aprovecharía el potencial de los trabajos y materiales que la estatal tiene en la zona.
Márquez detalló que hay cuatro acciones que urgen a la industria química y petroquímica, que ya representa únicamente el 2.1% del PIB cuando en países industrializados es de mínimo global es de 4.5% y llegó a superar el 8% en nuestro país.
Estas acciones son: fortalecer la extracción y comercialización del gas natural doméstico en el país, con incentivos para su exploración; elaborar un análisis estratégico con la estatal petrolera para fortalecer la proveeduría de otras materias primas derivadas, como el etano, propileno y amoníaco, entre los más importantes, precursores de la fabricación de 95% de los bienes de todas las industrias; fomentar inversiones desde el gobierno, con simplificación en el otorgamiento de permisos, por ejemplo, y defender la producción nacional de competencia desleal de ventas de productos extranjeros (asiáticos), con lo que sería necesario volver permanente el programa de aranceles que se implementó emergentemente a los fertilizantes importados.
Con estas acciones para el 2035 consideró que las empresas que trabajan y desean trabajar en esta industria bien podrían duplicar el tamaño de la participación de la química y petroquímica en el PIB, llegando a 4% en una década, con entre 45 mil y 50 mil millones de dólares necesaria que los privados están dispuestos a dar.