Poner boca abajo a los enfermos COVID reduce intubación y su mortalidad

Un ensayo clínico internacional hecho en 42 hospitales de seis países, dos de ellos españoles -Vall d’Hebron y Hospital del Mar en la ciudad de Barcelona- ha demostrado que poner a los pacientes no intubados con COVID-19 grave en posición decúbito prono, es decir, boca abajo, mejora su pronóstico y reduce la necesidad de intubación y la mortalidad.

El estudio, que publica hoy la revista The Lancet Respiratory Medicine, es la primera gran investigación que analiza los beneficios de este cambio de posición y abre la puerta a un cambio en la práctica clínica actual para incorporar este tratamiento como parte de la rutina médica para pacientes no intubados con COVID-19.

Antes de este ensayo clínico, el doctor Jordi Mancebo, director del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital de Sant Pau de Barcelona y uno de los primeros en aplicar esta técnica en España, explicó el pasado mes de noviembre en una entrevista con Efe que en su hospital el 80 por ciento de los pacientes de COVID-19 que estaban en las UCI ya eran colocados en posición decúbito prono para mejorar la oxigenación arterial.

De hecho, en la mayoría de las UCI de los hospitales españoles ya se aplica esta técnica a los pacientes con Síndrome de Distress Respiratorio Agudo (SDRA) severo, por los beneficios que comporta esta posición para la buena evolución de la enfermedad.

Ahora, este estudio internacional, coordinado por el Hospital de Tours (Francia), ha corroborado empíricamente por primera vez algo que muchos intesivistas ya habían probado: que colocar al enfermo boca abajo mejora la evolución de los pacientes con COVID-19 grave tratados con oxigenoterapia de alto flujo.

Agencias/Internacional

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