Pbro. Lic. Wílberth Enrique Aké Méndez

XXII ORDINARIO/B.

I.- Y PUEDAS ASÍ VIVIR Y ENTRAR (Dt 4,1-2. 6-8).

El texto hoy proclamado forma parte del primer discurso de Moisés el cual está sustentado en los mandatos y preceptos que Yahvé, por medio de Moisés, enseñó al pueblo elegido y que comienza con una clara exhortación: escuchar. Este verbo aparece por primera vez en Gn 3,8, cuando justo después de la caída, el Señor se paseaba por el jardín y Adán y Eva escucharon los ruidos de sus pasos y se ocultaron y es que -como sabemos- escuchar significa “prestar atención a lo que se oye”. Aquí, hay que poner atención a los mandatos y preceptos porque, por una parte, la práctica de éstos produce vida, la unión con Dios, ya que mediante el ejercicio de sus preceptos nos comunica la vida divina y, por otra parte, el hecho de estar vivos nos permite entrar a la tierra prometida. En los vv. 3-5 encontramos un ejemplo de lo que ocurre cuando se le da la espalda a los mandatos y preceptos del Señor (cfr. Nm 25,1-18), el caso de la infidelidad de Peor, que ocurre porque dejaron de prestar atención. Ahora es comprensible para todo el pueblo que la Palabra de Yahvé sea fuente de sabiduría y prudencia; la experiencia que de aquí adquiere Israel, es que su grandeza no proviene de sí mismo, sino del hecho de que Yahvé es un Dios cercano a su pueblo, camina con su pueblo y, finalmente, como es Palabra del Señor, no le sobra ni le hace falta nada, sólo hay que cumplirla y guardarla para tener vida.

II.- SALEN DE DENTRO Y MANCHAN AL HOMBRE (Mc 7,1-8. 14-15. 21-23).

El texto que hoy nos presenta san Marcos, se mueve entre dos grandes catequesis: 1.- las tradiciones farisaicas. Comencemos diciendo que la palabra “tradición” viene del latín traditio, traditionis. Es un nombre derivado del verbo tradere, que significa transmitir, entregar, o sea, es lo que pasa a través de las generaciones, lo que se da o entrega de una generación a otra a través del tiempo en los grupos humanos. El tema aquí es la serie de preceptos y prácticas que los rabinos habían añadido a la ley, asegurando incluso que procedían, por vía oral, del mismo Moisés; razón por la que el Señor cita a Is 29,13 para hacerles ver su error y cuán lejos estaban de dar auténtico culto a Dios. Esto se entiende mucho mejor con el caso del korbán de los vv. 9-20, una ofrenda ficticia para liberarse del cuarto mandamiento. 2.- El otro tema es la doctrina sobre lo puro y lo impuro. Jesús distingue entre lo que entra y su destino final, de lo que sale del corazón del hombre (cfr. Jr 17,5-10) y es precisamente esta parte a la que hay que poner atención.

III.- EN PRÁCTICA ESA PALABRA (St 1,17-18. 21-22.27).

El apóstol Santiago comienza afirmando que todo beneficio y don perfecto viene de lo alto, en tanto que el hombre no realiza la justicia de Dios, razón por la cual debe desechar el mal y recibir con docilidad la Palabra que es capaz -tiene poder (cfr. Mt 8,5-10; Jn 4,46-53)- de salvarnos. Se trata de llevarla a la práctica y no solamente de escucharla; ésta se ejercita mediante las obras de misericordia y guardándose de este mundo plagado del mal.

ACTIVIDAD : 1.- ¿Cómo manifiestas que la Palabra de Dios es tu sabiduría y tu prudencia? 2.- ¿Cuáles son las maldades que salen de tu corazón y qué haces para purificarte? 3.- ¿Cómo es tu relación con la Palabra?

MEMORIZA : “Por eso, desechen toda inmundicia y abundancia de mal y reciban con docilidad la Palabra sembrada en ustedes, que es capaz de salvar sus vidas” (Sr 1,21). Pbro. Lic. Wílberth Enrique Aké Méndez.

REFLEXIONA : Sí es posible cumplir el Decálogo, porque Cristo, sin el cual nada podemos hacer, nos hace capaces de ello con el don del Espíritu Santo y de la gracia (Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 441).

TE PUEDE INTERESAR

Pastora Guadalupe Ruiz de Arias

SE DELIGENTE

Probablemente has escuchado los refranes populares “al que madruga Dios lo ayuda” …. Este decir …