El Papa Francisco, convaleciente tras una grave neumonía bilateral, apareció ayer por sorpresa en la plaza de San Pedro del Vaticano, donde saludó a los fieles y religiosos durante la misa del Domingo de Ramos.
El pontífice argentino de 88 años apareció sentado en su silla de ruedas con un aspecto bastante saludable, sin cánulas nasales para el oxígeno.
En su breve aparición, dio la vuelta a la plaza y estrechó las manos de los fieles. También repartió dulces a los niños, antes de desear un “feliz Domingo de Ramos, feliz Semana Santa” desde el altar situado frente a la basílica de San Pedro.
A DETALLE
El líder de la Iglesia católica ha realizado una serie de apariciones sorpresa en los últimos días, a pesar de que los médicos le recomendaron reposo por dos meses tras su hospitalización.
EL VATICANO
AGENCIAS