La Iglesia católica y empresarios urgieron a las autoridades atender el aumento de la violencia por los cárteles del crimen organizado en la frontera sur de México y atender a los cientos de mexicanos desplazados a Guatemala.
Los obispos y párrocos en Tapachula, principal urbe en el límite de México con Guatemala, exhortaron al pueblo a unirse para pedir por la paz de los habitantes de Chiapas.
Martin Moreno, párroco de la iglesia de San Agustín, denunció en una entrevista con EFE que hay “situaciones muy difíciles” de violencia, y enfrentamientos armados entre los cárteles de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación, algo “inédito” en esta región de México.
También expuso que los grupos criminales obligan a las personas a estar en retenes o filtros para evitar que se entrometan integrantes del bando contrario, las colocan en los enfrentamientos y, si no acceden, extorsionan a los campesinos para que paguen dinero por sus cosecha.
“Hay una tendencia de las autoridades a minimizar o a decir que no existe (el problema), pero cuando un presidente como el de Guatemala (Bernardo Arévalo) dice: ‘tenemos 800 chiapanecos que están buscando refugio y los vamos ayudar’, no se puede decir que no existe”, comentó el cura.
“El problema es grave y siguen los enfrentamientos entre estos dos grupos y toman a las personas como carne de cañón”, apuntó.
RESPUESTA INSUFICIENTE
Aníbal Enrique Núñez, empresario de la asociación Procentro, reportó que, ante la inseguridad, sus ventas han disminuido hasta un 70% y la contratación de empleados ha bajado más del 50%.
Por ello, pidió “a las autoridades que están y a las que vienen que tomen cartas en el asunto”.
CHIAPAS
AGENCIAS