La alta mortandad de tortugas amarilla o caguama en Baja California Sur podría ser un aliciente para que Estados Unidos imponga un embargo pesquero contra México.
Para proteger a dicha especie, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) creó en 2016 el Refugio Pesquero del Golfo de Ulloa. Tras pasar sus primeros 25 años de vida en Baja California Sur, las tortugas viajan a las costas de Japón para reproducirse y anidar.
A fin de cumplir con los requisitos de comparabilidad establecidos por Estados Unidos, se publicó en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo que establece que la pesca comercial en el Golfo de Ulloa se detendría en caso de que mueran 90 tortugas caguama al año.
En Estados Unidos, los pescadores de Hawaii son obligados a detener actividades en caso de exceder los 17 ejemplares muertos.
Sin embargo, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y el Centro para la Diversidad Biológica aseguran que la protección a la tortuga amarilla ha servido de poco, ya que en los últimos tres años han muerto cientos de ejemplares sin consecuencia alguna.
En 2017 murieron 99 tortugas, en 2018 perecieron 459 y el año pasado 331.
México
Agencias